En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el doctor en Estudios Latinoamericanos y académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, abordó el resultado de las elecciones generales en España, donde si bien el Partido Popular (PP), de centroderecha, se llevó el triunfo con la mayoría de los escaños en el Congreso, no logró reunir la mayoría para imponerse al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) del actual Presidente Pedro Sánchez.
A juicio de Aranda “las encuestas han errado una vez más y, por lo tanto, aquello que pareció que iba a ser mucho más holgado, que era una victoria del PP, la verdad es que ha sido una ligera ventaja y se complica la posibilidad de formar gobiernos de derechas, donde los conservadores populares junto con los nativistas radicales de VOX tenían la idea de poder hacerlo”.
De todas maneras, avizoró un diálogo complejo entre las fuerzas del Congreso y el gobierno de Sánchez, señalando que “es un laberinto y una posibilidad es tener elecciones en diciembre”.
Precisamente, ante la opción de que el mandatario español logre formar gobierno junto a colectividades independentistas, el analista consideró que “no va a ser nada fácil, porque el nacionalismo periférico catalán tiene dos brazos: Uno que es de izquierda, que es Izquierda Republicana (IR), por otra parte, están los nacionalismos periféricos conservadores de Junts Per Catalunya (JxCat), que se quedan con 7 escaños”.
“Creo que acá hay que ser bien claros, es decir, primero que se hace cuesta arriba para el caso de constituir gobierno a la primera mayoría relativa, que es el PP y en el caso también de las izquierdas no es nada fácil. Tenemos que recordar que en este proceso ya comienzan los contactos, el cronograma es que a mediados de agosto se constituya la legislatura, van a tener dos meses para intentar hacer gobierno por mayoría absoluta o pasar a mayorías relativas y, si no, a partir de octubre empieza el cronómetro para eventual repetición de elecciones”, dijo.
Respecto a la imprecisión en los sondeos de opinión previo a los comicios, Aranda consideró que en parte también se debe a que “hay una población que no termina de transparentar su voto y que decide salir a votar. Estamos hablando de un país donde el voto es voluntario, donde en la última elección votó un 66% y ahora votó un 70%, o sea, es una democracia sana y que reaccionó”.
En esa línea, detalló que “si bien en el 96′ fue posible que los nacionalismos periféricos más conservadores le dieran su anuencia a (José María) Aznar en esa época, hoy día los nacionalismos periféricos ya sea de izquierda o conservadores muy difícilmente van a entregar su apoyo a un proyecto como el del PP si está de por medio VOX. Por lo tanto, aquí hay fallos metodológicos y sobre todo fallos en la expectativa”.
“Ahora el tema también es que el PP se lo creyó y no esperaba menos de 150 (escaños) en forma monocolor y, en ese sentido, podríamos decir que se ‘desmovilizó’. Estamos hablando de un candidato (Alberto Núñez Feijóo) que no quiso ir a un debate a la televisión pública, que apenas fue a un debate en la televisión privada, esa fue una oportunidad que perdió”, complementó Aranda.
En cuanto a una eventual nueva elección a fines de año, el académico apuntó a un escenario político incierto, especialmente por el factor que podría desempeñar la ultraderecha en España. “Hay gente que ve a VOX como una posibilidad de retroceso en mucha legislación social y a temas de derechos, por ejemplo, sexogenéricos. Entonces, si bien hay alivio, todos y todas saben que estamos hablando de un cuadro de incertidumbre”.
