El presidente de la República Argentina, Javier Milei, regresa este viernes 21 de junio a España, apenas un mes después de su última y controvertida visita, en la que fue el protagonista de un acto electoral del partido ultraderechista Vox.
En ese escenario y ante miles de asistentes llamó “corrupta” a la mujer del presidente español Pedro Sánchez, provocando una crisis diplomática inaudita entre Argentina y España. Como ya ocurrió en mayo, Milei no se reunirá ni con el rey Felipe VI ni con Sánchez.
“Es un cobarde”, dijo el pasado lunes en una entrevista a la televisión argentina refiriéndose a su homólogo español. Sin embargo, Milei será recibido y galardonado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular, que es la líder favorita de la derecha española por su actitud beligerante contra el gobierno de izquierdas que preside el socialista Sánchez.
En su segunda visita a España desde que asumiera la presidencia de Argentina el año pasado, Milei también recibirá el premio anual que concede el instituto español Juan de Mariana, un ‘think tank’ de corte ultraliberal.
Por su parte, Díaz Ayuso le otorgará la medalla internacional de la Comunidad de Madrid, que también han recibido mandatarios como el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, o el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Madrid es la primera parada de una gira por Europa que le llevará también a República Checa y Alemania, donde esperaba poder reunirse con el canciller, Olaf Scholz, aunque finalmente no habrá encuentro bilateral: un portavoz del gobierno alemán criticó esta semana los “desagradables” insultos que Milei dedica desde hace semanas al presidente español Pedro Sánchez.
“El cobarde mandó a todos sus ministros a insultarme”, aseguró Milei el lunes en una entrevista al canal argentino Todo Noticias acusando a Sánchez.
El mandatario trasandino señaló al ministro español de Transportes, Óscar Puente, como el origen del conflicto, porque a principios de mayo deslizó, en un acto del partido socialista, que Milei consumía “sustancias”. Declaraciones que la Oficina del Presidente argentino denunció como “calumnias e injurias”, al tiempo que resaltaba que Pedro Sánchez tenía “problemas más importantes de los que ocuparse” como las acusaciones de corrupción contra su esposa, Begoña Gómez, a la que Milei calificó como “corrupta” cuando participó el gran acto electoral del partido Vox celebrado en Madrid el pasado 19 de mayo.
Aquella acusación de Milei a la mujer del presidente de España, realizada en la capital del país, tuvo como respuesta la llamada a consultas de la embajadora española en Buenos Aires. Una decisión que Milei no tardó en criticar: “Es un disparate propio de un socialista arrogante”. Palabras que desencadenaron, el 21 de mayo, que el Gobierno de España retirase de forma definitiva a su embajadora, algo inédito en la historia de relaciones bilaterales entre ambos países.
Mientras insulta a Sánchez, Milei busca una reunión con el rey español, Felipe VI. Según ha publicado el diario español El País, el presidente argentino trasladó hace un mes la petición al Palacio de la Zarzuela, residencia del monarca. Como jefe de Estado, Felipe VI viajó a Buenos Aires el pasado mes de diciembre para asistir a la toma de posesión de Milei, aunque el presidente argentino no se reunió con el rey durante su visita a Madrid en mayo. Tampoco ocurrirá en esta ocasión, a pesar de la petición de Milei, porque en la agenda de la Casa del Rey no figura programado ningún encuentro entre ambos mandatarios para este viernes.
Por tanto, la única autoridad española que le recibirá durante su estancia en España será la presidenta de la comunidad madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha apoyado a Milei durante su enfrentamiento con el Gobierno de España.
“Le han difamado”, dijo en el parlamento regional de Madrid para justificar la actitud del presidente argentino. Días después, en un acto del Partido Popular, Ayuso gritó “carajo” durante un discurso haciendo un guiño al argentino. Milei y Ayuso también coinciden en comparar a Pedro Sánchez con el presidente venezolano, Nicolás Maduro. A pesar del conflicto diplomático entre ambos países, el Gobierno de España mantendrá “deferencias protocolarias” con el mandatario argentino, como permitirle aterrizar en una base militar o que su personal de escolta pueda portar armas en suelo español.