“Frente a RN, ha llegado el momento de una amplia alianza, claramente demócrata y republicana”. Dijo por escrito el presidente de Francia, Emmanuel Macron, luego de que este domingo la ultraderecha ganara en el país galo la primera vuelta de las elecciones legislativas.
Así, el mandatario francés llamó a la unidad desde la derecha moderada hacia la izquierda para el próximo 7 de julio, pues el partido Agrupación Nacional (RN en sus siglas en francés), liderado por Marine Le Pen, logró más del 34% de los comicios, abriéndose la posibilidad de que en la segunda vuelta alcancen la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Para el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Juan Enrique Serrano, este resultado ha sido histórico y se consagra como el mayor éxito de la extrema derecha a nivel europeo.
“Han habido antecedentes en Polonia, Hungría e Italia recientemente de partidos de extrema derecha que han llegado al poder, pero en Francia es más. Ha tenido históricamente un papel de liderazgo ideológico a nivel de ideas políticas en el continente, y esto, yo creo que en el futuro terminará como una fecha histórica, tal vez, del resurgir de opciones anti globalización y favorables a un retorno a la tradición”, agregó el doctor en Ciencia Política por la Universidad París I Panthéon-Sorbonne.
Además, Serrano explicó que si se confirma la victoria, con una mayoría absoluta del Frente Nacional en el parlamento francés, esto provocará una situación de cohabitación como sucedió en los 2000 con Jacques Chirac y Lionel Jospin, en que el presidente de la República, el jefe de Estado, es de un partido, y el primer ministro, jefe del Ejecutivo, es de otro partido.
“Si se confirma la cohabitación, habrá una distribución de roles. El presidente de la República lidera la política exterior y política de defensa, en cambio, el primer ministro lidera la política del poder Ejecutivo, es decir, la implementación de políticas públicas y propuestas legislativas, todo lo que tenga que ver con la administración”, añadió el académico de la Universidad de Chile.
A su vez, el director de la edición chilena de Le Monde Diplomatique y avecindado en Francia, Víctor Hugo de la Fuente, planteó que hacer un proyección de la segunda vuelta de las elecciones legislativas es complejo porque son comicios complicados y “el escenario está muy abierto”.
“Aunque la ultra derecha esté en primera posición es muy probable que no logre ganar completamente, tendrán diputados, pero en ningún caso la mayoría absoluta. Es posible que ni siquiera tenga la mayoría porque se están juntando muchos a través de la izquierda, que quedó a cinco puntos de la extrema derecha en las votaciones, no quedó tan lejos. Quienes quedaron muy atrás fueron los candidatos del presidente Macron”, argumentó.
Para el profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, los comicios que se realizaran el 7 de julio en Francia “van a depender si esta semana se terminan de abrochar las buenas intenciones que se han declarado, como por ejemplo, que se omitan en la segunda vuelta quienes lleguen terceros para darle prioridad a aquellos integrantes de la izquierda o del partido de Macron, para que lideren la competencia contra la Agrupación Nacional, pero no va estar sencillo”.
“Porque si bien, el primer adversario de Macron es Marine Le Pen, también tiene suspicacias con Mélenchon, uno de los líderes del nuevo Frente Popular“, aseveró Aranda.
El ascenso de la extrema derecha en Francia: “El objetivo de Marine Le Pen es convertirse en una opción legítima de gobierno”
Serrano explicó que el partido de ultraderecha francés es el más antiguo de Europa. Bajo el liderazgo de Jean-Marie Le Pen surgió esta fuerza en los 80′ que negó el revisionismo y la crítica al episodio negro de la historia francesa, cuando el régimen de Vichy colaboró con el exterminio nazi de un tercio de la comunidad judía francesa.
“También fue alimentado con los pieds-noirs, que son franceses que fueron expulsados de Argelia, una vez que se independizó en 1962. Después transitó a posturas más ‘modernas’ de un rechazo al multiculturalismo en los 90′, cuando creció la migración árabe y africana parte musulmana, lo que se convirtió en el verdadero caballo de batalla de esta opción ideológica. Luego Jean-Marie Le Pen se jubiló, tomó el liderazgo su hija, Marine Le Pen, que ya lleva casi 20 años de trayectoria política, se ha preparado durante mucho tiempo para este momento y sobre todo se está alistando para la elección presidencial, que va a tener lugar pronto“, relató.
Juan Enrique Serrano sostiene además que “el objetivo de Marine Le Pen es convertirse en una opción legítima de gobierno, ha trabajado mucho tiempo para restar radicalidad a su imagen, mostrarse como un partido responsable y más transversal. La razón por la que ha funcionado ahora, es un proceso de renovación ideológica de la extrema derecha europea, que ha transitado hacia un rechazo del globalismo”.
Asimismo, De la Fuente aseguró que este avance de la extrema derecha ha sido un proceso de larga data.
“Ellos han ido avanzando en las clases más populares que han sido desprotegidas, que han ido perdiendo fuerzas y que antes eran votos muy fuertes para la izquierda, especialmente, para los comunistas, y poco a poco esa gente se ha ido decepcionando y apuesta por algo que aparentemente está hasta contra sus intereses, pero que es algo nuevo, distinto (…) (La extrema derecha) se presenta como la representante del pueblo olvidado y eso le hace mucho sentido a la gente, entonces, como que el gran argumento que usan es ‘nosotros nunca hemos gobernado, todos los que han gobernado lo han hecho mal, pruebe con nosotros’ y eso abre bastante el camino”, añadió.
El académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Gilberto Aranda, coincide con Víctor Hugo de la Fuente.
En ese sentido, afirmó que el ascenso de la ultraderecha en Francia “tiene que ver, por lo tanto, con un proceso de precarización de los electorados que ya no encuentran en los partidos de izquierda y de centro un baluarte que los defienda. En varios países de la Unión Europea se ha ido debilitando el Estado de Bienestar y quienes muchas veces abogan por ello son los partidos de ultraderecha, pero es un Estado de Bienestar en clave nativista, es decir, sólo para los nacidos allá, para nadie más. Es una nueva versión“.
“Por lo tanto, yo diría que hay muchos perdedores de la globalización. Los partidos de izquierda que se desconectan de una parte importante de su electorado, obreros y trabajadores, quienes terminan votando por la derecha radical y, también, tiene que ver con jóvenes que ya ven que tienen expectativas muy bajas, que van a vivir mucho peor que sus abuelos y padres, y que por lo tanto, también es un voto castigo, que trata de fortalecer el anti establishment votando por la ultraderecha”, concluyó.