Para Charly García, la significancia detrás del concepto de su más reciente disco tiene un sentido claro y firme. “Los escorpiones no tienen lógica y prefieren suicidarse antes que los maten. La rana, en cambio, tiene lógica, aunque en esta ocasión no le sirvió mucho”, dijo hace pocos días en una entrevista para la edición argentina de la Rolling Stone.
El origen del álbum -que llega a las plataformas digitales este miércoles 11 de septiembre- se ubica en plena pandemia. Fue allí, en medio del confinamiento, cuando el ídolo argentino quedó fascinado con la fábula del escorpión y la rana. Esto, cuando figuraba mirando “Mr. Arkadin“, película del director Orson Welles y estrenada en 1955.
En uno de los diálogos, el magnate que protagoniza el filme narra ante un grupo de personas la historia de un escorpión que, lógico y convincente, intenta persuadir a una rana para que le permita subir a su espalda y, así, cruzar juntos el río. “No”, respondió el anfibio. “Si te dejo que te subas a mi espalda puedes picarme y la picadura de un escorpión es mortal”.
“¿Dónde está la lógica de tus palabras? Los escorpiones siempre tratan de ser lógicos: si yo te pico, tú mueres y yo me ahogaré”, respondió su interlocutor. Finalmente, la rana aceptó la propuesta para luego, en medio del río, sentir el dolor que anunciaba la mordedura del escorpión.
Mientras ambos se ahogaban, y ante el reproche de su víctima en torno a una decisión carente de lógica, la respuesta del arácnido fue: “Lo sé, pero no he podido evitarlo. Es mi carácter”.
Aquella moraleja es la que condujo la construcción de este disco. Un trabajo con un tracklist pensado para el formato vinilo y que, según adelantó la misma Rolling Stone, responde al genio de un artista cuya vida ha sido liderada por el instinto.
De hecho, su propia organización trae una serie de elementos que resultan característicos de un músico que, a sus 72 años, hizo todo lo que se podía y más: arranca con un autocover en español de “Break it up” -tema incluido en “Kill Gil”, uno de sus LPs anteriores-, para más adelante sorprender con dos versiones actualizadas de “Juan represión” y “Te recuerdo invierno” de Sui Generis, y un emotivo rescate de “La pelícana y el androide“, una de las tantas canciones que formarían el místico y fallido disco colaborativo entre García y Luis Alberto Spinetta.
Una etapa testimonial
Frente a ese escenario, las expectativas, especialmente en el país vecino, se han mantenido a tope, a pesar de las diversas complicaciones de salud que han marcado los últimos años del músico.
“Es difícil evaluar el tema de Charly. Hay un deterioro que es absolutamente evidente respecto de su condición física. Charly García ha hecho noticia en los últimos años lamentablemente por el deterioro de su salud y por una serie de apariciones públicas donde realmente se constata y se confirma que está mermado en términos físicos”, explicó Marcelo Contreras, periodista y crítico musical.
“Por otro lado, está también esta información de que, a pesar de estas limitantes, Charly sigue absolutamente lúcido. Guardando las distancias, es algo parecido a lo que sucede con Jorge González en Chile“, sumó Contreras.
Una impresión que es compartida por el periodista argentino Sergio Marchi, autor de “No digas nada”, una de las más completas biografías del artista y que llegará a Chile en noviembre en una edición actualizada. “Todo artista trabaja hasta el final. Entonces, que tenga 72 años y siga trabajando en música no me llamaría la atención de no estar los problemas que tiene Charly con la salud”, expresó.
“Porque la mayoría de los músicos llegan bastante bien a esa edad. Lo que pasa es que Charly tiene problemas motrices y eso, bueno, seguramente le afecta también la motricidad manual. Pero me parece muy bien que se mantenga activo. Da signos de vitalidad que saque un nuevo disco. Como lo digo en mi libro, Charly es un artista de raza. Y los artistas de raza tocan hasta que ya no pueden más”, agregó.
Palabras que igualmente se cuadran con la impresión de Rainiero Guerrero, periodista y director de Radio Futuro. “Habla de un músico inquieto, un músico hiperactivo que más allá de sus temas de salud, mentalmente está funcionando. Y todo lo que pueda él imaginar musicalmente en su cabeza lo puede plasmar en sonidos todavía. Es propio de este tipo, que ha sido un trabajólico de la música. Mucho disco, mucho concierto, grabaciones, maquetas. Propio de un músico talentoso como lo es Charly García”.
Por todo esto es que, en la previa al lanzamiento, ubican este disco en una etapa de su carrera que resulta fundamentalmente testimonial. “‘La lógica del escorpión’, al igual que ‘Random’, su disco del 2016, ocupa un lugar de apéndice, porque uno pensaba que la carrera discográfica de Charly García ya se había, por lo menos, puesto en pausa después de la edición tardía de ‘Kill Gil’. Había pasado mucho tiempo. ‘Random’ la reactivó, pero tardó mucho en concretarse ‘La lógica del escorpión’, que antes se llamó ‘La torre de Tesla’, y que podría haber sido una continuidad de no haber pasado tanto tiempo”, recapituló Marchi.
“Pero son como pequeños frutos adicionales a una carrera discográfica que ha sido realmente impresionante. Creo que cuando un artista ya inventó la rueda, el fuego y la máquina de vapor, no se le puede pedir innovación. La innovación tiene que venir de las nuevas generaciones, no de los artistas clásicos. Es como si siguiéramos aferrados al pasado. Por eso, no tengo ninguna otra expectativa más que un disco de buenas canciones. Y ojalá que se logre”, sumó.
“Estos discos tienen un carácter más testimonial y tienen más que ver con un resorte emotivo con su público”, añadió Contreras sobre la misma idea. “La última vez que, de hecho, Charly se presentó en Santiago, en el Movistar Arena, fue una experiencia peculiar en la medida en que el público hizo gran parte del espectáculo. Esa vez, sentí que era más bien una especie de celebración por la presencia del ídolo más que por la verdadera calidad de su performance en directo, porque está completamente disminuido García. Parecido a la situación que le ocurrió a Brian Wilson, de los Beach Boys; o las últimas apariciones que pudimos tener de Jorge González antes de su retiro definitivo”.
“Personalmente, tengo reservas respecto de esta clase de recursos. Creo que si tú no estás en condiciones de poder ofrecer una performance acorde a un sentido profesional del espectáculo, hay instancias donde tal vez habría que barajar la posibilidad de un retiro”, afirmó Contreras.
Aunque reconoció que hablar de Charly García implica entrar en un terreno lleno de particularidades y excepciones: “La situación con Charly es bastante diferente porque el público, en ese sentido, pone la fianza por él. La gente no soslaya, precisamente, este tipo de situaciones, y ya hemos visto que hay bastante expectativa en la prensa argentina respecto de lo que pueda ser el disco, dando por hecho que va a ser una gran obra”.
El legado de un ídolo
Al margen de todo aquello, lo cierto es que resulta prácticamente imposible revisar la historia del rock latinoamericano sin pasar por la influencia que tuvo García en la industria. “Su importancia en la música y el rock hispanoparlante es monumental. Creo que hay muy pocos artistas que puedan acercarse a lo que hizo Charly en sus épocas de gloria con Sui Generis, La máquina de hacer pájaros, Serú Girán o el primer tramo de su carrera solista”, sentenció Marchi.
“Realmente ha hecho un cuerpo de trabajo impresionante. Es una pena que él haya elegido después otro camino con el ‘saynomoreismo‘ y todas esas cosas que él ha ido conceptualizando como para transformarse en otra clase de artista. Pero tampoco se le puede pedir a un artista que se quede anclado en la versión que a uno más le gustó. Los artistas hacen lo que quieren, por eso son artistas“, concluyó el periodista argentino.
Para Marcelo Contreras, se trata de “una figura excepcional en el cancionero latinoamericano. Es el padrino, si se quiere, de lo que ha sido el pop rock de Latinoamérica en los últimos 50 años, así que eso también le da una suerte de licencia para hacer un poco lo que él quiera”.
Y agregó que: “Es un pionero. Un tipo que se inicia hace más de cinco décadas en una lógica más bien de folk rock, que fue lo que hizo con Sui Generis. Después tiene una rápida evolución hacia los territorios del rock progresivo con La máquina de hacer pájaros, con Serú Girán. Y después tiene un nuevo cambio, que creo que fue en el momento preciso, cuando ya no era precisamente muy joven, y que fue cuando tuvo este viraje hacia la new wave, los sonidos más modernos, más sintetizados que estaban dominando el pop rock de comienzos de los años 80. Ahí es cuando abre las compuertas para que ingresen otros artistas como Soda Stereo, Sumo, Virus“.
“Toda esa camada del rock argentino que fue brillante, legendaria y que es influyente hasta el día de hoy, no podría haber sido si no hubiéramos tenido a Charly García antes. No hay que olvidar que, por ejemplo, los músicos miembros de G.I.T. fueron parte de la banda de Charly junto a Fito Páez. Entonces, hablamos de un tipo que, en el fondo, era una escuela en sí mismo”, afirmó.
Es por eso que Rainiero Guerrero considera que una de las mejores formas de dimensionar ese impacto está, precisamente, en ese nivel de influencia que ha tenido en nuestro continente. “Charly es de esos músicos que, por cómo es el mercado argentino y cómo funciona, es una suerte de semi dios para todo lo que es la música y la escena trasandina. Acá y en el resto de los países también ha ejercido influencia, pero más que eso, creo que ha aportado una enorme cantidad de canciones que son himnos y que todos cantamos, de México para abajo. Aportar canciones al cancionero latinoamericano es un logro y un mérito que siempre es destacable, y que no todos pueden hacer”.