Organizaciones socioambientales demandan libertad de Paul Watson en Embajada de Japón en Chile

La detención de Watson, de 73 años, ex director de Sea Shepherd y fundador de la ONG Captain Paul Watson Foundation, se ha prolongado desde su arresto a finales de julio en Nuuk, cuando se encontraba interceptando un buque japonés que caza ballenas.

La detención de Watson, de 73 años, ex director de Sea Shepherd y fundador de la ONG Captain Paul Watson Foundation, se ha prolongado desde su arresto a finales de julio en Nuuk, cuando se encontraba interceptando un buque japonés que caza ballenas.

Hace algunos días, diversas organizaciones socioambientales se manifestaron frente a la Embajada de Japón en Santiago de Chile para demandar la libertad del activista canadiense-norteamericano Paul Watson, quien se encuentra detenido en Groenlandia a la espera de que las autoridades danesas decidan sobre una solicitud de extradición realizada por el gobierno de Japón.

La detención de Watson, de 73 años, ex director de Sea Shepherd y fundador de la ONG Captain Paul Watson Foundation, se ha prolongado desde su arresto a finales de julio en Nuuk, capital de Groenlandia, cuando su nave, “John DeJoria“, se detuvo para repostar antes de continuar su misión de interceptar al nuevo buque factoría ballenero japonés “Kangei Maru, que desde julio pasado mata ballenas de aleta.

La orden de arresto emanada de las autoridades niponas proviene de 2012 y sostiene que la flota de Sea Shepherd habría causado daños a un barco ballenero y supuestas lesiones a un tripulante japonés en 2010 durante las operaciones de la denominada caza “científica” de ballenas de Japón. Esto, en el Santuario de Ballenas del Océano Austral.

Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea (CCC), “es el gobierno de Japón y todos los responsables de conducir el programa de caza ‘científica’ de ballenas durante más 30 años en Antártica quienes deberían estar tras las rejas, pues recordemos que en 2014 la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial en el mundo dictaminó que esas matanzas fueron ilegales. Es decir, las autoridades japonesas mataron decenas de miles de ballenas de manera ilegal en un santuario de ballenas establecido bajo el derecho internacional”.

“Resulta irónico que hoy tengamos que estar frente a la embajada de ese país manifestándonos para demandar la libertad de quien sólo buscó el cumplimiento de la normativa ambiental internacional”, precisó Elsa Cabrera.

El 2 de octubre, el tribunal de Groenlandia debía decidir sobre la solicitud de extradición de Japón. En cambio, optó por prorrogar por tres semanas más la detención Watson. Su abogada, Julie Stage, expresó que la decisión del tribunal no fue sorpresiva, y confirmó que han solicitado la revisión de la legalidad de la detención ante el Tribunal Supremo de Dinamarca.

Francisca Fernández Droguett, integrante del Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT), afirmó que son parte de esta acción nacional e internacional por la liberación de Paul Watson porque él “es un defensor de las ballenas y de los océanos, que ha logrado visibilizar el horror de las prácticas extractivistas que se siguen reproduciendo por parte de Japón”.

Además, explicó que “nos interesa visibilizar su actual situación carcelaria. Hoy podemos decir que Paul Watson es un preso político, porque se le detiene por la defensa y la lucha de las aguas y de las ballenas. Ese es el principal motivo de su encarcelamiento, bajo una figura de prisión preventiva que quieren seguir perpetuando para tenerlo acallado”.

En esa misma línea, Fernández enfatizó en que no hay que olvidar que “Japón es uno de los principales países que ha boicoteado cualquier tipo de política de protección de las ballenas para seguir perpetuando las ganancias, los privilegios a costa de la matanza de estos seres. Como MAT, nos parece absolutamente vital estar exigiendo la libertad de Paul Watson, en el marco de una criminalización y persecución constante a las y los defensores de las tierras, de los territorios y las aguas”.

Hasta ahora, el sistema judicial danés se había caracterizado por su independencia, equidad y protección de los derechos de las personas. Algo que actualmente se encuentra cuestionado por las organizaciones pues, según algunos reportes, las condiciones de Watson en Groenlandia serían preocupantes.

En este sentido, Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecoceanos, afirmó que “Paul Watson lleva 74 días privado arbitrariamente de su libertad en la prisión de Nuuk, a lo cual se suma el hecho que las autoridades carcelarias dependiente de Dinamarca han prohibido desde hace unas semanas el ingreso de los medicamentos que él necesita para el tratamiento de su diabetes e hipertensión arterial, lo cual viola la más elemental norma de humanidad y de respeto de los derechos humanos”.

Por todo eso, Cárdenas expresó que el llamado es “a la ciudadanía y movimientos socioambientales a incrementar su apoyo a la campaña internacional para liberar al capitán Paul Watson, e impedir que Peter Hummmelgaard, ministro de Justicia de Dinamarca, intente extraditarlo a Japón cuando estime que ha disminuido la atención pública y la presión de la ciudadanía internacional”.

Las organizaciones instaron a las autoridades danesas a tomar una decisión urgente que libere a Paul Watson y lo proteja de la posibilidad de recibir tratos inhumanos que caracterizan el sistema penitenciario japonés y que fueron denunciados por Human Rights Watch en 2023.  

El apoyo a Watson y la indignación frente a la persecución de Japón a quienes denuncian sus crímenes ambientales, y que luchan contra la flota industrial cazadora de ballenas, continúa creciendo. “La credibilidad del sistema de justicia danés depende de cómo determine este caso”, sentenciaron representantes del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), Ecoceanos, CCC y el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT).





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