Tras un sorprendente empate técnico en la primera ronda de las elecciones presidenciales, Ecuador se encamina a una segunda vuelta entre el actual mandatario, Daniel Noboa y la candidata del correísmo, Luisa González. Varias encuestas daban como ganador a Noboa desde la primera votación, pero finalmente habrá balotaje el 13 de abril.
Para conocer las claves de este sorprendente empate y qué esperar de la segunda vuelta en estos comicios, RFI entrevistó a Emmanuelle Sinardet, directora del Centro de Estudios Ecuatorianos de la Universidad París-Nanterre.
RFI: Estamos ante prácticamente un empate en la primera vuelta en Ecuador entre el presidente, Daniel Noboa, y la candidata del correísmo, Luisa González. ¿Este codo a codo ha tomado al país por sorpresa?
Emanuelle Sinardet: No tanto. Efectivamente, tanto Daniel Noboa como Luisa González habían anunciado que ganarían desde la primera vuelta. En realidad, si hacemos un estudio más detenido de las encuestas, vamos claramente para una segunda vuelta. Lo que se llama la atención, en cambio, es efectivamente este paisaje de polarización, lo que Luisa González llamó un empate técnico, porque de hecho están cara a cara estos dos candidatos. El tercer candidato solo tiene más o menos el 5% de los sufragios y es Leonidas Iza.
Podemos interpretar, por un lado, este empate como un excelente resultado para Revolución Ciudadana y Luisa González, porque las encuestas daban una amplia diferencia entre González y Noboa, pero no creo que sea un triunfo porque, recordemos que en elecciones anteriores la Revolución Ciudadana siempre llegaba primera y ahora hay empate. Hay que ser prudentes y me parece que la segunda vuelta va a ser muy disputada por ambos candidatos.
RFI: Este tipo de empate técnico, como lo afirma Luisa González. ¿Es algo usual en elecciones pasadas que se llegue a tanta polarización?
Emanuelle Sinardet: La polarización existía y siempre desde que correísmo existió, pero se veía sobre todo en la segunda vuelta. Lo que es nuevo acá es, efectivamente, que estamos en la primera vuelta. Hay poca dispersión, en definitiva, de los sufragios entre los 16 candidatos que estuvieron en esta primera vuelta. Yo creo que la polarización es doble, podemos leerla como Correa y correísmo y anti-correísmo, pero lo que veo también es una polarización en base a dos estilos de hacer campaña y de hacer política.
Tenemos, por un lado, a Daniel Noboa, que hace sobre todo una campaña en redes sociales con mucha música, mucho baile, muchas frasecitas que impactan. Poco habló, en definitiva, directamente con el electorado. Creo que apenas unos 10 minutos. Habló poquísimo. A la inversa tenemos a Luisa González, que estuvo también presente en redes, pero que habló en una campaña más tradicional, estando presente, desplazándose en diferentes regiones del país.
Esto puede tener un impacto grande en la segunda vuelta. Incluso puede ser una clave de lectura para entender el voto generacional. Efectivamente, Noboa, con esta manera de hacer campaña en TikTok, como a veces critican algunos observadores de la vida política, puede, sin embargo, convencer más a un electorado joven en la segunda vuelta.
RFI: Ese estilo justamente fue lo que llevó a la popularidad de Daniel Novoa. Tanto que él esperaba llevarse las elecciones en la primera vuelta, pero Ecuador, con él a la cabeza, ha enfrentado una serie de crisis. Crisis energética, económica, crisis de criminalidad o crisis institucional, política. ¿Cuáles han sido los motivos que han costado más al presidente su popularidad en estas elecciones?
Emanuelle Sinardet: Efectivamente, en agosto del 2023, Noboa se podía presentar como una ‘outsider’, un hombre nuevo, recién llegado a la vida política, frente a Luisa González, que aparecía como la heredera de Rafael Correa, una figura ya instalada, y en esta oposición ganó Noboa.
Ahora la situación es diferente. Daniel Noboa es el presidente y tiene que explicar los resultados de su gestión y ¿Qué tenemos? Un Gobierno bajo el estado de excepción en diferentes zonas del país desde hace más de un año. Por otro lado, una crisis energética terrible de la que no es totalmente responsable, pero se le puede responsabilizar de una mala gestión de esta crisis.
Además, él se presentó desde enero del año pasado con ese decreto del conflicto interno, que permitió una militarización de hecho del país para luchar contra la criminalidad organizada. El resultado de esta política es bastante limitado. Hubo primero una baja de un 15% de la violencia criminal, pero en enero pasado volvió a subir este índice y efectivamente, en cuanto a mano dura, los resultados son ya mitigados.
Hay una forma de desgaste de Noboa como candidato-presidente. Me imagino que, en la segunda vuelta, Luisa González insistirá en estos resultados que pueden ser poco convincentes para cierta parte del electorado.
RFI: Hablemos de este balotaje. Tras esta primera vuelta ultra polarizada, dominó el oficialismo y el correísmo. ¿Qué espacio le queda a los diferentes espacios políticos para poder pesar en esta balanza en la segunda vuelta de abril?
Emanuelle Sinardet: La lucha va a ser muy fuerte para ganar este 20% de electores cuyos sufragios no fueron dirigidos ni a Luisa González ni a Daniel Noboa. Un 20%, al fin y al cabo, es, en comparación con elecciones anteriores, bastante poco.
Otra clave son los electores indecisos hoy. Tendrán tanto Daniel Novoa como Luisa González que convencer de que son capaces de solucionar una crisis multifacética: Económica, institucional, de seguridad, que es la mayor demanda hoy en día, energética… En esto cada candidato puede tener pros y contras. Yo creo que Luisa González va a tener que encarar el mayor desafío porque tiene que abrir su formación a otras izquierdas y pienso en Leonidas Iza.
Leonidas Iza solo obtuvo el 5% de los sufragios, lo cual puede ser interpretado en esta primera vuelta como un fracaso. Sin embargo, en la segunda vuelta, este 5% es decisivo, esencial para ganar. Para convencer a estas otras izquierdas y a los mismos electores indecisos, Luisa González va a tener que mostrar que no es la mera heredera de Rafael Correa, que es una figura que sigue siendo muy polémica y que precisamente suele polarizar a los electores.
Tendrá que convencer de que el correísmo puede existir sin Rafael Correa, que los electores la van a elegir a ella, que sus propuestas son propuestas de ella y que ella podrá definir un gobierno abierto a las diferentes izquierdas.
RFI: Precisamente, ¿Qué desconfianza le tienen las otras izquierdas al correísmo?
Emanuelle Sinardet: Por ejemplo, en el caso de Pachakutik, y hablo aquí de la candidatura de Leonidas Iza, durante el correísmo hubo primero una alianza con la Revolución Ciudadana. Después de tensiones entre el Gobierno de Rafael Correa, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y Pachakutik, esta alianza se quebró.
Desde entonces existe una verdadera desconfianza de los sectores políticos y de las organizaciones indígenas hacia la Revolución Ciudadana. Esta desconfianza va también a la persona de Rafael Correa y Luisa González tiene que convencer de que ella sí es capaz de reanudar el diálogo con estas formaciones e indígenas.