El Gobierno presentó con novedades al Congreso el paquete de reformas políticas que implementan el voto de los chilenos en el extranjero, además de la inscripción automática y el sufragio voluntario.
El ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet, ingresó la iniciativa esta tarde con un requisito de permanencia en el país menor al que se había anunciado.
El texto exige cinco meses en forma continua o discontinua durante los últimos ocho años. La postura inicial del Ejecutivo y dominante en la UDI era que el voto para los chilenos en el exterior estuviera sujeto a 12 meses, continuos o no, en los últimos diez años.
La nueva norma no se aplicará a funcionarios en organismos internacionales, estudiantes en el extranjero, premios nacionales ni exiliados.
En el caso de los últimos, podrán votar aun cuando no cumplan con las condiciones que exige la ley, así como sus hijos, cónyuge, padre o madre de sus hijos que tengan derecho a sufragio.
La inesperada decisión del Gobierno acogió la solicitud de Renovación Nacional y un grupo minoritario de la UDI, quienes planteaban que el requisito debía ser de seis meses.
La iniciativa impulsadas por La Moneda contemplan tres proyectos de ley diferentes. El primero es una reforma constitucional que establece la obligatoriedad de un vínculo con Chile para votar en el extranjero.
En segundo lugar, la regulación del sufragio en el exterior mediante una ley orgánica constitucional.
Finalmente, otra ley orgánica constitucional para la inscripción automática en los registros electorales, legislación que permitirá implementar el voto voluntario, ya incluido en la Constitución desde el año pasado.
Según el Gobierno, las reformas permitirían ampliar el universo electoral e incorporar a unos 3,5 millones de votantes.