Sputnik V fue la primera vacuna contra la Covid-19 en llegar a Argentina, en diciembre de 2020, y luego a una decena más de países en Latinoamérica, pero ocho meses después, la escasez de segundas dosis apremia a los gobiernos de la región.
La explosión marcó un antes y un después en la capital de El Líbano. Hoy miles de personas se congregaron en el centro de la ciudad exigiendo un cambio de sistema.
Cuerpos tirados en el suelo, edificios devastados, coches destruidos: este martes, dos enormes explosiones en el puerto de Beirut dejaron al menos 100 personas muertas y 4,000 heridas. La información la entregó la Cruz Roja libanesa, y causaron escenas de devastación y pánico en la capital libanesa.
Aún no hay conteos oficiales sobre heridos, tampoco de las causas de la explosión.
La cuarentena estricta parece haber sido eficaz para combatir la epidemia, pero ha exacerbado la crisis económica. Y mientras el Líbano vuelve gradualmente a la normalidad, se reanudan las protestas.
Bien sabían los políticos y líderes franceses, que en su empeño por sacar de circulación a Gadafi, a Bashar al-Asad, por estrechar sus relaciones con el régimen Wahabita de la Casa al Saud y las Monarquías del Golfo Pérsico estaban criando cuervos que cualquier día se volverían contra sus padres putativos y tratarían de arrancarles los ojos
Al menos cinco personas murieron este jueves luego de la fuerte explosión de un vehículo registrada en el barrio de Haret Hreik, al sur de la periferia de Beirut, un sector dominado por el movimiento chiíta libanés. Es el cuarto ataque contra este bastión del Partido de Dios.
