La Superintendencia de Servicios Sanitarios cursó una multa millonaria a la sanitaria que opera en la cuenca del Llanquihue por el uso injustificado de aliviaderos de aguas lluvias. Los alcaldes de Llanquihue y Puerto Varas anunciaron nuevas acciones en contra de la empresa de aguas.
El vertimiento de excretas sin tratar al lago facilita el pasaje a las aguas de este de bacterias de la flora normal humana y de patógenos intestinales capaces de producir diarreas, incluyendo salmonellas y Escherichia coli. Estos excrementos también pueden contener numerosos parásitos intestinales diarreicos (giardia, isospora) y virus con las habilidades de producir hepatitis y también diarrea, y en el caso de estos últimos, meningitis y otros cuadros de infección generalizada.
Los lagos de Llanquihue y Panguipulli han sido drásticamente contaminados por aguas servidas que la empresa sanitaria Essal ha vertido sin tratamiento en estas cuencas hídricas. Los alcaldes demandaron a la sanitaria al tribunal medioambiental de Valdivia por daños ambientales y solicitaron se revoque la resolución de calificación ambiental a la empresa.
La sede provincial de la multisindical señaló que es necesario transparentar el estado de la crisis a los trabajadores, a puertas que se presente la nueva norma que regulará la producción del recurso.