El hombre fue una de las piezas claves en la investigación de la muerte del Premio Nobel de Literatura, tras denunciar en 2011 su asesinato luego de la administración de una inyección letal.
Manuel Araya, el periodista Francisco Marín y los abogados Rodolfo Reyes y Elizabeth Flores insistieron en que está comprobado que el vate murió por una bacteria inoculada. Dicen que el químico Eugenio Berríos podría estar involucrado en el crimen.
Hace ya diez años cercanos al poeta hablaban de la intervención de terceros en el deceso del Nobel a raíz de una inyección que le fue inoculada en su abdomen y no por un cáncer ramificado como se ha sostenido en el último tiempo.
El abogado querellante en el caso por la muerte del poeta afirmó en conversación con Radio Universidad de Chile que existen datos y evidencia que llevan a la convicción de que fue asesinado por agentes del régimen militar. Precisó que hay grandes similitudes con la muerte de Eduardo Frei Montalva.
Los restos del poeta estarán durante el día lunes en la sede del Congreso Nacional en Santiago antes de ser llevados a la localidad costera. Se espera que en las próximas semanas se conozca si hubo o no intervención de terceros en su muerte.
Bernardo Reyes conversó con el programa Vuelas las Plumas de Radio Universidad de Chile, se refirió a la causa que encabeza el juez Mario Carroza y criticó los “dichos delirantes” de Manuel Araya.
El informe entregado por el Servicio Médico Legal, que recoge la opinión de cuatro equipos distintos, señala que no hay intervención de otras personas en el deceso del Premio Nobel de Literatura, apuntando al cáncer que lo afectaba como causal de muerte.