El pasado domingo en un diario de circulación nacional, el Canciller Heraldo Muñoz hizo un balance de la política exterior de Chile en este primer año de gobierno de Michelle Bachelet. En él destacó lo prioritario que resulta para la administración la proyección de Chile hacia América Latina y la integración en la región, así como las perspectivas de Chile en la negociación de tratados multilaterales en materia económica. Académicos y políticos analizan la proyección internacional de nuestro país en 2014.
Las relaciones entre los Gobiernos de Chile y Bolivia no pasan por un buen momento, considerando la demanda interpuesta por el país altiplánico, así como el tono de las declaraciones entre las autoridades de ambos países. Sin embargo, analistas internacionales proyectan mejores condiciones y acercamientos al diálogo a partir del Gobierno de Michelle Bachelet, descartando la posibilidad de la Corte Internacional de Justicia de la Haya como una instancia de solución.
Este miércoles continuará la segunda cumbre de la Celac en La Habana, cita a la que arribarán Sebastián Piñera y Michelle Bachelet. La presencia de la OEA, de la que Cuba estuvo expulsada por cinco décadas, es vista como una victoria diplomática para ese país, que lo consolida, además, como interlocutor válido de América Latina y el Caribe. Mientras, Estados Unidos pierde influencia política, aunque mantiene su incidencia económica en la región.
Analistas internacionales destacan este nombramiento y la posibilidad que tendrá el país de posicionar su opinión en temas de paz y seguridad entre las naciones. Sin embargo, la capacidad de veto de los miembros permanentes atenta contra la democracia del Consejo y ensombrece la capacidad real de toma de decisiones.
Luego de que los soldados bolivianos regresaran a su país no han menguado las declaraciones entre ambas naciones, tanto a nivel político como gubernamental y diplomático. A esto se suman las reacciones que en Chile el mundo político hizo públicas durante el fin de semana y la visión de analistas internacionales que ven difícil que las relaciones entre ambas naciones se relajen.