Un estudio de la Fundación Margen dio a conocer el escenario hostil en el que trabajan estas personas; algo que se agudizaría a través del procedimiento rutinario de control de identidad. La situación empeora cuando se trata de una mujer migrante, pues se presenta un escenario de mayor incertidumbre.
A través de fundaciones, asambleas y personalmente, las trabajadoras sexuales dicen estar aburridas de ser victimizadas por el feminismo conservador y la sociedad en general. Advierten que el trabajo sexual es un oficio como cualquier otro, que son más violentadas por la policía que por los clientes y que urge regularizarlo.
La trata de personas es una violación a los derechos humanos alentada por las profundas desigualdades sociales y económicas, que afecta principalmente a mujeres y niñas. Pese a los esfuerzos de los Estados, miles de personas continúan siendo engañadas y llevadas fuera de sus ciudades, siendo explotadas laboral o sexualmente por un mercado ilícito que produce ganancias de 32 billones de dólares al año.
A pesar de que una de las ciudades del estado es la turística Acapulco, en las montañas de Guerrero la realidad es muy distinta: agobiados por la pobreza, los hombres cruzan por miles la frontera con Estados Unidos para no volver. Los que quedan constituyen el aparataje del narco, el único poder real en muchas de sus zonas, mientras las mujeres esconden a sus hijas o las disfrazan de hombres para impedir que sean secuestradas para todo tipo de servicios sexuales.
La acusación considera probada la “prostitución sistemática” en las supuestas fiestas ‘bunga bunga’ celebradas en Villa Ancore, una residencia de Berlusconi en Milán. El ex primer ministro asegura que es inocente.