Este miércoles entró en vigencia la Ley 20.571, más conocida como “Net Metering”, que regula la autogeneración de energía con medios renovables, por ejemplo mediante paneles solares fotovoltaicos, y que permitirá a ciudadanos, comerciantes y pequeños industriales, entre otros, generar su propia energía y comercializar sus excedentes a través de las redes de distribución.
De este modo, la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) espera recibir los primeros proyectos de Generación Distribuida contando con los Protocolos e Instructivos que regularán el funcionamiento seguro de esta nueva modalidad.
Los diseños, que no podrán superar una potencia instalada de 100 Kw (kilowatts), deben entregar una declaración eléctrica con detalles técnicos a las autoridades previo a su instalación. Será labor de la Superintendencia indagar que la distribuidora no imponga exigencias más allá de las establecidas por ley.
El Superintendente de la SEC, Luis Ávila Bravo, explicó que cada kilowatt que se consuma y deje de consumir de la red, provoca un ahorro igual al valor de que si la estuviera consumiendo, por lo tanto, “el consumo habitual del hogar continuará con las mismas tarifas de las distribuidoras definidos por la Comisión Nacional de Energía. Mientras que los excedentes de la generación que se produzca al interior del domicilio y que se inyecten a la compañía, se pagarán al valor de la energía establecido por el sistema de tarificación que se materializará en la boleta” indicó Ávila.
Visión de los expertos
Manuel Baquedano, director del Instituto de Ecología Política, criticó a la nueva legislación por no tener un balance neto como ocurre en Australia, ya que, incluso, para incitar el uso de energía inversión, paga más.
“La ley no salió como la queríamos puesto que en todas partes del mundo cuando uno produce un watts solar la red le devuelve uno o más para estimularlo. Aquí en Chile, en vez de devolverle uno le devuelve la mitad” reprochó el ecologista. “La ley es muy poco estimulante en el sentido de la inversión que se hace ya que se necesitan 10 años aproximadamente para amortizar una inversión que efectivamente dura 25 años”, agregó.
Por su parte, Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA) es escéptico ante los reales efectos de la ley Net Metering. A su juicio, es dificil que se alcance un cambio radical o se logre ver una gran cantidad de potencia: “Al asignador residencial se le ofrece una tarifa que es muy parecida a la tarifa con la cual la distribuidora compra a los generadores grandes, entonces, es una competencia muy difícil” advirtió Finat y señaló que para efectos de que la ley pueda funcionar bien faltarán mecanismos de financiamiento que faciliten que los usuarios puedan instalar sus paneles y mejorar las condiciones de competencia.
Respecto de los costos de los paneles solares o nuevas tecnologías de autogeneración de energía, Manuel Baquedano aseguró que han disminuido su precio en un 80 por ciento los últimos tres años. En ese sentido, el Superintendente Ávila espera que con la introducción de este mercado los costos sigan abaratándose para lograr democratizar la generación de energía eléctrica en Chile.