Vicuña Mackenna 20 no se demolerá para construir nuevo edificio de U. de Chile

El rector Ennio Vivaldi y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, anunciaron que el proyecto VM20 se desarrollará conservando la fachada de la ex Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.

El rector Ennio Vivaldi y el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, anunciaron que el proyecto VM20 se desarrollará conservando la fachada de la ex Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.

Finalmente, la construcción del proyecto Vicuña Mackenna 20 (VM20) de la Universidad de Chile no implicará la demolición de la fachada de la ex Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, medida que había generado rechazo en distintos sectores.

La determinación fue anunciada por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi; el ministro de Cultura, Ernesto Ottone; y la directora de Barrios, Patrimonio y Turismo de Providencia, Marisol Soborido.

Según explicaron las autoridades, el proyecto se desarrollará de todas formas, pero mantendrá la fachada neoclásica diseñada por el arquitecto Eugenio Joannon Crozier.

“Nos alegramos mucho que se abra una posibilidad en la cual podamos mantener la fachada de VM20 y llevar a cabo nuestro proyecto, sin que eso perjudique a nadie. Esto no significará retardos en la entrega de los edificios que interesan a la comunidad de la Universidad de Chile y va a respetar este aspecto del patrimonio urbanístico y arquitectónico”, aseguró el rector Ennio Vivaldi.

De acuerdo a la autoridad académica, ahora se debe “seguir un proceso dentro de la Universidad, donde hay instancias que toman decisiones. Esperamos que esto ocurra rápidamente y estamos seguros que si las cosas se hacen bien respecto al proyecto mismo, no debería implicar ningún retardo significativo. Con un poco de suerte, podemos borrar significativo y podemos dejarlo como que no implica ningún retardo”.

Se espera que ahora los arquitectos que desarrollan el proyecto presenten una nueva propuesta que conserve el edificio donde, hasta 2012, funcionó la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.

El ministro Ernesto Ottone señaló que “los arquitectos están trabajando actualmente en cómo se integra la fachada de lo que era la antigua Facultad con el propósito de trabajar todas las necesidades, desde el patrimonio tangible e intangible. Se está trabajando para ver cómo compatibilizamos demandas muy legítimas”.

Foto: @uchile.

Foto: @uchile.

La Universidad de Chile pretende inaugurar VM20 en el primer semestre de 2018, con nuevas sedes para el Centro de Extensión Artística y Cultural (CEAC), el Instituto de Asuntos Públicos (INAP), el Instituto de Estudios Internacionales (IEI), el Departamento de Postgrado y Postítulo y la Dirección de Asuntos Internacionales.

Entre otros beneficios, VM20 significará una infraestructura propia para la Orquesta Sinfónica de Chile, el Ballet Nacional Chileno, la Camerata Vocal, el Coro Sinfónico y el Cuarteto Andrés Bello, elencos que dependen del CEAC y han existido hasta por 70 años sin condiciones adecuadas para sus presentaciones y ensayos.

Las instalaciones se emplazarán en un terreno de cinco mil metros cuadrados, ubicado entre Vicuña Mackenna, Arturo Buhrle, Ramón Carnicer y los Edificios Turri, e implican una inversión superior a los 40 millones de dólares, para edificar más de 32 mil metros cuadrados.

“Hay que hacerlo en serio”

El proyecto había generado reparos de distintos sectores, incluso al interior de la Universidad de Chile. La decana Marcela Pizzi y el Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU), por ejemplo, habían alertado sobre el valor patrimonial del inmueble y cuestionaron su demolición.

También lo hizo el Colegio de Arquitectos, cuyo presidente, Sebastián Gray, dijo recibir la noticia “con agrado y esperanza” y sostuvo que ahora se inicia “una nueva etapa” en la que se deben conciliar ambas posiciones: “Si lo vamos a hacer, hay que hacerlo en serio”, advirtió.

“La sola fachada no ayuda mucho, porque se trata de conservar los valores de un edificio. Hay algunos valores físicos, como la fachada misma, su composición y materialidad, pero también ciertos aspectos ambientales, como la relación de ese cuerpo -lo que se llama la crujía o el ancho del edificio- con el jardín que está adelante, que también tiene un valor y hace un conjunto valioso. Esto, hablando solamente del edificio afrancesado que da hacia Vicuña Mackenna, no los galpones que están atrás”, explicó.

Al respecto, el rector Ennio Vivaldi había afirmado que se tomarían las precauciones para que la conservación del edificio y la construcción de una nueva infraestructura no generen un “engendro”.

“Son múltiples los casos de oportunidad para una creatividad y un encuentro, que viene a simbolizar la expectativa de la Universidad de servir como anclaje y proyección de un pasado que conservamos como ninguna otra institución y lo proyectamos a futuro. Esa coexistencia, presente en nuestra Universidad, puede perfectamente quedar bien plasmada en una arquitectura. Estamos conscientes de que no puede haber engendros y que tenemos que estar a la altura de lo que queremos presentar con este gesto”, señaló.





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