Implementan nuevos instrumentos para medir contaminación en Santiago

Una inversión cercana a los 200 millones de pesos realizaron las nuevas autoridades del medio ambiente para la adquisición de dos nuevos equipos para medir el nivel de polución en la capital. La idea es mejorar el sistema predictivo que, durante los últimos años, ha mantenido bajos niveles de efectividad.

Una inversión cercana a los 200 millones de pesos realizaron las nuevas autoridades del medio ambiente para la adquisición de dos nuevos equipos para medir el nivel de polución en la capital. La idea es mejorar el sistema predictivo que, durante los últimos años, ha mantenido bajos niveles de efectividad.

Llegó el periodo de mayor contaminación en Santiago y los centros relacionados con el medio ambiente prevén un año crítico en materia de polución en la capital. Las autoridades están en alerta, pues la falta de camas y la crisis hospitalaria generada por el terremoto hará mucho más compleja la atención a las personas que sufran enfermedades provocadas por la alta concentración de smog.

Es por eso que la Corporación Nacional de Medio Ambiente (Conama), la Intendencia regional y la Dirección Meteorológica de Chile idearon nuevas estrategias para apoyar el cuestionado modelo predictivo de Santiago.

Con una inversión que bordea los doscientos millones de pesos, adquirieron nuevos instrumentos de alta tecnología – LIDAR y Globos Radiosonda – que permitirán mejorar la certeza en los pronósticos que se desarrollen durante la Gestión de Episodios Críticos 2010.

“Aquí tenemos dos herramientas, una que hace la medición a través de un rayo láser y que determina dónde están las capas de la atmósfera que van a permitir mayor ventilación y un globo sonda que transmite información hacia abajo para establecer la dirección de los vientos. Así, el modelo predictivo que tenemos será más preciso”, dijo el intendente de Santiago, Fernando Echeverría.

De todas formas, la autoridad indicó que “estos son procesos graduales que se vamos a ir aprendiendo con el tiempo y esperamos que con este paso podamos mejorar la predicción”.

La primera herramienta descrita por Echeverría, LIDAR, tiene como función principal monitorear en tiempo real la densidad atmosférica. Es decir, una información rápida y reciente de la situación de contaminación en la capital. En tanto, los Globos Radiosonda acceden hasta una superficie de diez mil metros, lo que ayuda a trazar con mayor exactitud el nivel de estabilidad de la atmosfera local y su probable evolución.

Estos avances son fundamentales a la hora de tomar la decisión sobre el tipo de medida de prevención que se aplicará, es decir, alerta, preemergencia o emergencia según el grado de contaminación.

Mayor tecnología, mejor certeza

Santiago se rige por un plan de contaminación de episodios críticos (GEC), que comienza a operar el 1 de abril de cada año y termina el 31 de agosto. El objetivo principal es proteger la salud de las personas. Sin embargo este plan ha sido muy cuestionado y, de hecho, las 32 alertas decretadas el año pasado tuvieron un nivel de acierto de apenas el ocho por ciento.

Según la directora Meteorológica de Chile, Myrna Araneda, fueron precisamente estos números los que llevaron a invertir en nuevas tecnologías y agregó que esto “va a permitir a las autoridades tomar decisiones con mejores bases técnicas. La mayor innovación en este sentido es que se van a tener datos de la cuenca y de sus condiciones de ventilación. Si bien, como Servicio Meteorológico tenemos un programa de radiosonda diaria, esa medición se hace en Santo Domingo, en cambio, acá se pueden hacer tres o cuatro controles dependiendo de lo que amerite la situación sinóptica”.

Idea que comparte el director de la Conama, Alejandro Donoso, quien manifestó que “esperamos que aumente la certeza, que tengamos una mayor cantidad de datos para meter dentro del modelo para poder ser más responsables cuando tenemos que decretar episodios críticos en la capital”.

Donoso además dijo estar plenamente confiado, no sólo en la eficacia de estos instrumentos sino también en el nuevo jefe del aire, Marcelo Fernández, quien tiene una competencia nacional y un vínculo directo con el ministerio de Medio Ambiente.

Todavía no existe claridad sobre la nueva norma atmosférica, que permitirá fiscalizar el material participado fino PM 2,5, la que se mantiene en la Secretaría General de la Presidencia, a la espera de que el Presidente Sebastián Piñera se pronuncie.

Según el Centro Nacional de Medio Ambiente de la Universidad de Chile (Cenma), la nueva norma pretende aplicarse de manera gradual a partir del año 2012, llegando a funcionar en un cien por ciento recién el 2032.  Demora que, según el centro, se entiende porque “Chile está muy atrasado, ya que la contaminación atmosférica se comenzó a trabajar en la década de los 80 con la medición de las partículas suspendidas, mientras que los países industrializados y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya trabajaban con el PM10 desde los años 70”.

“Aunque es bueno que tengamos una norma de PM 2,5 y tratemos de seguir las recomendaciones de la OMS hay que entender que si no cumplimos con lo actual difícilmente seremos responsables con medidas más complejas” concluyó el ingeniero químico ambiental Rodrigo Seguel.





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