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Año XVI, 19 de abril de 2024


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Hay urgencia…


Martes 1 de junio 2010 18:56 hrs.


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Como lo oyes, o lees. Hay urgencia en sacarse de encima a los rufianes. La delincuencia se dispara y uno se pregunta qué hace Sebastián. Lejos de aminorarse la especulación aumenta y hay quien afirma que la culpa no la tiene el chancho sino quien le da el afrecho.

Algunos economistas bien pensantes dicen que los compraventeros que llaman “traders” se limitan a hacer el trabajo para el cual les pagan: especular. Y que si se tratase de ponerle coto a los excesos del mundillo de las finanzas bastaría con regular, prohibir, controlar, penalizar y/o imponerle impuestos confiscatorios al lucro de la especulación. Algo así como ponerle el cascabel al gato para que me entiendas. Pero no sueñes: no es Sebastián el que se va a poner un cascabel él mismo.

A mí me parece que hay urgencia porque la crisis que nunca habría (según Andrés Velasco), la que se había terminado y ya mostraba green shots o “brotes verdes” como decía Michelle, no acaba de terminar y va teniendo lo que en mi provincia de Colchagua llamaban una “requeida”. Hasta la meica de Chimbarongo sabía que lo único peor que la enfermedad era la temida “requeida”. En esa estamos.

El Banco Central Europeo (BCE) ha comenzado a hacer lo que siempre negó que haría: monetizar las deudas soberanas o dicho en parlancia tuya y mía, comprar las deudas de algunos miembros de la Unión. Con el fin no confeso de calmar a los especuladores y otros eminentes miembros de la comunidad financiera que se inquietan de la solvencia de tal o cual país y no duermen pensando que el billetito que prestaron pudiese demorarse en regresar a sus faltriqueras, debidamente acompañado de sus modestos intereses. Como se ve, el BCE no solo no piensa en pararle el carro a los compraventeros sino que se agarra una diarrea cada vez que los dichosos traders estornudan o sueltan algún pedo.

Hasta ahora el BCE ha comprado la pijotera suma de 35 mil millones de Euros, o sea la nada misma, pero con una  mala conciencia de primeriza que perdió el invicto olvidando el condón y sin haberle avisado a la mamá. Un patriota llamado Axel Weber, -que se gana los porotos como presidente del Bundesbank (banco central alemán) y como miembro del consejo de gobernadores del BCE-, aprieta las nalgas y declara que todo eso le parece un pelín demasié porque “pone en peligro la estabilidad de los precios”.

Europa se viene abajo, hay decenas de millones de chatos sin laburo, y este boludo se preocupa de una eventual inflación que no aparece por ninguna parte: como todo economista que se respete Axel Weber mira el futuro en el retrovisor y descubre la hiperinflación alemana de la posguerra. Para no ser menos, el representante italiano Mario Draghi declara que el programa de recompra de deudas soberanas será suprimido “apenas sea posible”: ¡otro economista! ¿Cuándo piensa que se va a arreglar el cagazo don Mario? “Apenas sea posible”. Cuando te digo que hay patadas en el culo que se pierden.

Todas estas reculadas de perro flaco alimentan los temores de los inversionistas, debilitan el Euro y provocan la degradación de la nota soberana de España por los mismos rufianes que especulan contra el Euro. Y para más inri le irritan la epidermis escrotal al primer ministro chino Wen Jiabao que termina por declarar que si siguen así van a terminar por cagarla de verdad provocando una… “requeida”, o sea una nueva recesión.

Y en una de esas Wen Jiabao tiene razón. Para convencerse basta con ver la mala leche y la mala fe de quienes conducen las políticas monetarias europeas: “El BCE indicó este lunes que los bancos de la zona Euro están expuestos a 195 mil millones de depreciaciones suplementarias de aquí a fines del 2011 a causa de la crisis financiera” (esa que nunca habría, o que ya se había terminado y mostraba “brotes verdes”). Lo que no le impide al BCE agregar en su informe semestral sobre estabilidad financiera que “las finanzas públicas representan el riesgo más importante para la estabilidad de la región”.

Ya puestos… Si tuvieses que prestarle tu modesto sobresueldo a alguien, ¿En quién confiarías más? ¿En España, Alemania o Francia, o en los bancos que ya quebraron dos veces y que siguen ocultando 195 mil millones de Euros de pérdidas en el casino de la especulación? ¿Ah?

Lo bueno es que estas crisis con “requeida” no afectan ni afectarán a Chile. Porque nosotros no tenemos rufianes, ni especuladores, ni mal uso de información privilegiada, ni un ministro de hacienda que quiere transformar el país en el paraíso de los hedge funds y del high yield.