Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 29 de marzo de 2024


Escritorio

Encuesta CASEN 2009

Chile, más desigual que ayer

Mientras el gobierno y la oposición se culpan y se justifican por los resultados de dla Encuesta CASEN sobre distribución del ingreso, los expertos señalan la necesidad de hacer cambios profundos en las políticas sociales que van desde mejorar la calidad de la educación hasta una reforma tributaria que garantice una mayor igualdad en la repartición de la riqueza.

Francisco Mardones

  Lunes 26 de julio 2010 22:37 hrs. 
desigualdad

Compartir en

La brecha entre ricos y pobres creció después de diez años en nuestro país. Así lo demuestran los resultados de la Encuesta CASEN 2009 sobre distribución del ingreso dada a conocer por el ministerio de Planificación.

En números, el estudio realizado a 71.460 hogares de 334 comunas de las 15 regiones del país entre noviembre y diciembre de 2009, indica que el diez por ciento de los hogares más pobres del país aumentaron sus ingresos en un uno por ciento real, mientras que el decil de mayores ingresos los incrementó en nueve puntos porcentuales.

En pesos, el primer decil (el más pobre) subió desde 113 mil diez pesos a 114 mil, mientras que el diez por ciento más rico del país aumentó sus ingresos desde 2.705.630 a 2.953.920 pesos tomando en cuenta los montos generados por los integrantes del hogar más las transferencias recibidas por parte del Estado a través de subsidios u otros ítemes similares.

Otra muestra desigual: el diez por ciento más pobre del país recibe sólo el 1,5 por ciento de los ingresos totales generados en el país, mientras que el decil más rico acapara el 39,2 por ciento de la riqueza nacional.

En otras palabras, el diez por ciento más rico percibe 25,9 veces el ingreso del decil más pobre, contando los subsidios entregados por el Estado. Sin estos beneficios, los ricos reciben 46,2 veces más ingresos que los pobres.

“Eso hace que la brecha se aumente, lo que es consistente con los datos de pobreza. El hecho de que, con aumento de precios y con una crisis económica, no hayamos podido generar los suficientes empleos y las transferencias (estatales) como para poder lograr que la brecha no se aumentara”, explicó el ministro de Planificación Felipe Kast.

En ese sentido, el ministro Kast se pregunta si “es posible tener o no una sociedad más justa” en la que los antecedentes de origen de una persona “no determine el destino”.

Qué dicen los expertos

Para el sociólogo del Centro de Investigación en Estructura Social de la Iniciativa Científica Milenio, Alberto Mayol, estas diferencias se remontan a la época colonial, en la que ya se presentaban grandes brechas sociales en Chile.

Diferencias que hoy se han agudizado con la protección de un modelo de desarrollo basado en la posesión de la riqueza, como es el modelo neoliberal, a la vez que el Estado intenta ayudar a los sectores más vulnerables de la sociedad.

“Aquí tenemos una máquina que produce desigualdad con una política que trata de mitigarla, pero la misma máquina que mitiga la desigualdad es la que la produce”, argumenta.

Sin embargo, el sociólogo no se queda ahí en su análisis, pues explica que los más pobres no tienen ningún capital que puedan convertir en dinero, pues no existen políticas estatales tendientes a asegurar educación de calidad o acceso a bienes culturales, entre otras cosas.

“Hay políticas que requieren no sólo trabajar el tema del ingreso, sino que tiene que ver con una lógica mucho más amplia: el acceso a bienes culturales es sumamente limitado. Todo ese tipo de temas van a ser relevantes al momento de hacer cambios estructurales que no se están haciendo, pues sólo se trabajan políticas de ingreso”, según detalla el Alberto Mayol.

En esto coincide la socióloga Emmanuelle Barozet, coordinadora del Proyecto Desigualdades de la Universidad de Chile, quien apunta al arraigo histórico de las desigualdades sociales de nuestro país.

La experta señala que si bien, las políticas sociales son importantes a la hora de combatir la desigualdad, éstas deben ir acompañadas por medidas macroeconómicas que aseguren un reparto más igualitario de las riquezas, a través de una política tributaria social.
“Los ingresos que dan a los sectores populares son muy limitados versus los ingresos adicionales que reciben los sectores más altos, pero las políticas reales para cambiar las brechas de desigualdad tienen que ver con políticas tributarias, es decir cómo se reparten la carga de impuestos en determinados países”, explica Barozet.

Según la investigadora, en Chile no hay un sistema tributario “que saque una parte de los ingresos de los sectores más altos para repartirlos entre los sectores más necesitados”.

Llama la atención de la investigadora además, que las grandes brechas sociales entre ricos y pobres estén tan legitimadas en nuestro país, lo que se refleja en el casi nulo rechazo de la ciudadanía a través de movilizaciones  activas que demanden soluciones.

Mayol y Barozet además concuerdan en que los resultados de la Encuesta Casen 2009 en Salud y Educación –que se darán a conocer en las próximas semanas- no debieran traer consigo sorpresas, pues éstas normalmente reflejan las desigualdades sociales y los niveles de pobreza que evidencian los resultados ya conocidos.

Reacciones políticas

Desde La Moneda, la ministra Secretaria General de Gobierno, Ena von Baer, no dudó en apuntar a la administración Bachelet por los resultados que muestran una creciente desigualdad entre los más ricos y los más pobres.

La vocera del Ejecutivo indicó que el gobierno de Michelle Bachelet perdió la batalla contra la pobreza.

“No podemos esconder datos que son objetivos de una encuesta que fue tomada durante el gobierno anterior y que muestran resultados que nadie puede desmentir: que aumentó la pobreza y que empeoró la distribución del ingreso”, acusó la secretaria de Estado.

En tanto, el senador de la UDI Pablo Longueira atribuyó estas cifras a la politización de la discusión sobre la pobreza y advirtió que todos los sectores  políticos deben asumir parte de su responsabilidad en la materia.

“Creo que el mayor error que se ha cometido en los últimos años es que se fue instrumentalizando la red social del país, se fue utilizando políticamente y no se  evaluó en forma oportuna. La responsabilidad por cierto que la tendrá a lo mejor en una mayor cuota aquellos que han tenido la conducción del país, pero la tenemos todos los actores del país”, dijo el parlamentario.
Bachelet, por su parte, llamó a realizar un debate serio sobre cómo mejorar la distribución de los ingresos y no minimizarlo a una discusión política buscando culpas.

También rebatió las críticas recibidas desde el interior de la Concertación, incluso por ex ministros como Francisco Vidal, quienes indicaron que las políticas sociales no fueron suficientes durante su gestión.

Bachelet, además, se defendió argumentando que “si no hubiera habido las políticas sociales que hubo en mi gobierno, si no hubiera habido las decisiones que se tomaron, entonces la pobreza hubiera sido mayor. Y la distribución de ingresos, si  bien aumenta el gasto entre los ricos y pobres, cuando uno se refiere a ingresos autónomos, es decir, ingresos vinculados al trabajo, salarios, realmente ha empeorado. Sin embargo, cuando uno mira las transferencias monetarias del estado, la situación se morigera bastante”.

También apuntó a la necesidad de que el actual gobierno no deje de lado las políticas sociales implementadas durante su gestión al recordar que “el obispo (Alejandro) Goic había planteado el salario ético. Yo quiero decir que esto hay que discutirlo también. La propuesta que ha hecho el gobierno de Sebastián Piñera (sobre Ingreso Ético Familiar) no alcanzaría y quedarían bajo la pobreza todas las familias con cinco hijos.

La ex Presidenta Bachelet indicó que la Concertación realizará un seminario acerca del tema, donde se estudiarán los datos entregados por el Mideplan y se elaborará una propuesta que será entregada al Ejecutivo, con posibles caminos que pudieran llevar a una mayor igualdad social.

Síguenos en