Más de un millar de estaciones de servicios desabastecidas, largas colas en busca de un combustible cada vez más escaso, bloqueo de rutas y autopistas, cientos colegios secundarios tomados: la oposición contra la reforma de sistema de jubilaciones impulsada por el gobierno francés toma nuevas formas en vísperas de la huelga convocada para el martes, cuando el Senado vote su proyecto de ley.
Este lunes, camioneros y ferroviarios se sumaron a la movilización, mientras el Primer Ministro François Fillon reiteraba el domingo la determinación del Gobierno. “El debate irá a su término en el Senado” y la reforma “será votada”, aseguró.
Fillon anticipó además que “no habrá escasez” de carburante y que no dejará que los huelguistas bloqueen el país.
Por su parte, el ministro de Interior, Brice Hortefeux, indicó que las autoridades harán lo necesario para “despejar los depósitos” petroleros.
Por lo pronto, el lunes por la mañana, la huelga que desde el mares afecta a las 12 refinerías de Francia y el temor de los automovilistas a quedarse sin combustible perturban en todo el país la venta de combustible.
“De las 4.000 estaciones de servicio en los hipermercados, que distribuyen el 60% del carburante en Francia, hay unas 1.500 sin combustible”, declaró Alexandre de Benoist, delegado general de la Unión de Importadores Independientes Petroleros (UIP).
“Entre el 20 y el 25 por ciento de nuestra capacidad de distribución está interrumpido o en dificultades”, añadió ese responsable, agregó.
En este contexto, el ministerio del Interior anunció el lunes que puso en marcha una “célula interministerial de crisis” para garantizar “el abastecimiento de combustible”.
En cuanto a la movilización del martes, la mitad de los vuelos del aeropuerto de Orly han sido cancelados, mientras otros aeródromos como Roissy se verán afectados en un 30 por ciento, informó el lunes la Dirección General de la Aviación Civil.
Más de un millar de estaciones de servicios desabastecidas, largas colas en busca de un combustible cada vez más escaso, bloqueo de rutas y autopistas, cientos colegios secundarios tomados: la oposición contra la reforma de sistema de jubilaciones impulsada por el gobierno francés toma nuevas formas en vísperas de la huelga convocada para el martes, cuando el Senado vote su proyecto de ley.
Este lunes, camioneros y ferroviarios se sumaron a la movilización, mientras el Primer Ministro François Fillon reiteraba el domingo la determinación del Gobierno. “El debate irá a su término en el Senado” y la reforma “será votada”, aseguró.
Fillon anticipó además que “no habrá escasez” de carburante y que no dejará que los huelguistas bloqueen el país.
Por su parte, el ministro de Interior, Brice Hortefeux, indicó que las autoridades harán lo necesario para “despejar los depósitos” petroleros.
Por lo pronto, el lunes por la mañana, la huelga que desde el mares afecta a las 12 refinerías de Francia y el temor de los automovilistas a quedarse sin combustible perturban en todo el país la venta de combustible.
“De las 4.000 estaciones de servicio en los hipermercados, que distribuyen el 60% del carburante en Francia, hay unas 1.500 sin combustible”, declaró Alexandre de Benoist, delegado general de la Unión de Importadores Independientes Petroleros (UIP).
“Entre el 20 y el 25 por ciento de nuestra capacidad de distribución está interrumpido o en dificultades”, añadió ese responsable, agregó.
En este contexto, el ministerio del Interior anunció el lunes que puso en marcha una “célula interministerial de crisis” para garantizar “el abastecimiento de combustible”.
En cuanto a la movilización del martes, la mitad de los vuelos del aeropuerto de Orly han sido cancelados, mientras otros aeródromos como Roissy se verán afectados en un 30 por ciento, informó el lunes la Dirección General de la Aviación Civil.
Más de un millar de estaciones de servicios desabastecidas, largas colas en busca de un combustible cada vez más escaso, bloqueo de rutas y autopistas, cientos colegios secundarios tomados: la oposición contra la reforma de sistema de jubilaciones impulsada por el gobierno francés toma nuevas formas en vísperas de la huelga convocada para el martes, cuando el Senado vote su proyecto de ley.
Este lunes, camioneros y ferroviarios se sumaron a la movilización, mientras el Primer Ministro François Fillon reiteraba el domingo la determinación del Gobierno. “El debate irá a su término en el Senado” y la reforma “será votada”, aseguró.
Fillon anticipó además que “no habrá escasez” de carburante y que no dejará que los huelguistas bloqueen el país.
Por su parte, el ministro de Interior, Brice Hortefeux, indicó que las autoridades harán lo necesario para “despejar los depósitos” petroleros.
Por lo pronto, el lunes por la mañana, la huelga que desde el mares afecta a las 12 refinerías de Francia y el temor de los automovilistas a quedarse sin combustible perturban en todo el país la venta de combustible.
“De las 4.000 estaciones de servicio en los hipermercados, que distribuyen el 60% del carburante en Francia, hay unas 1.500 sin combustible”, declaró Alexandre de Benoist, delegado general de la Unión de Importadores Independientes Petroleros (UIP).
“Entre el 20 y el 25 por ciento de nuestra capacidad de distribución está interrumpido o en dificultades”, añadió ese responsable, agregó.
En este contexto, el ministerio del Interior anunció el lunes que puso en marcha una “célula interministerial de crisis” para garantizar “el abastecimiento de combustible”.
En cuanto a la movilización del martes, la mitad de los vuelos del aeropuerto de Orly han sido cancelados, mientras otros aeródromos como Roissy se verán afectados en un 30 por ciento, informó el lunes la Dirección General de la Aviación Civil.
