Desde hoy y hasta el próximo 15 de enero de 2012 se aplicará la Encuesta Casen a 113 mil familias en todo el país de distintos niveles socioeconómicos. Los resultados se darán a conocer en junio de 2012.
El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, adelantó que ésta, por primera vez, medirá el grado de felicidad de los chilenos.
“Este año se va a medir también cómo está la felicidad en Chile por la razón de que normalmente las encuestas de política económica y política social miden lo que se llama el bienestar objetivo, es decir, cuánto gana la persona, si tiene acceso a los diferentes servicios sociales, pero cada vez más países están comenzando a medir el bienestar subjetivo, o sea la percepción, cómo se siente la persona. Es feliz o no es feliz con su vida, y qué hace la felicidad. La salud, el dinero o el amor”, explicó el secretario de Estado.
Esto, además de medir los factores tradicionales como son la Educación, el Trabajo, la Salud, la Vivienda y los accesos a servicios sociales, entre otros. Además se realizará de forma anual, lo que permitirá monitorear con una mayor frecuencia la situación socioeconómica de los chilenos.
Cabe señalar que esta encuesta mide los niveles de pobreza en nuestro país. Gonzalo Durán, investigador de la fundación Sol, señaló que pese a los beneficios de la continuidad en su aplicación, se debe ir al contenido y ajustar los criterios de evaluación.
“Hay una deuda con la Encuesta CASEN en cuanto a cómo se mide la pobreza. En Chile la pobreza se mide con un criterio que data del año 1987, por lo que hay que actualizar lo que se llama la línea de pobreza y con eso es evidente que la Ficha de Protección Social estaría más acorde a la realidad. Cuando se actualizan las líneas de pobreza lo que va a suceder inevitablemente es que las personas pobres van a aumentar y estadísticamente ya no van a ser dos millones y medio, sino que posiblemente sean más de cuatro millones de pobres, tal como lo dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín antes de ser ministro”, detalló Gonzalo Durán.
El especialista advirtió que, pese a lo complejo que pueda resultar para el gobierno contar con un aumento explosivo de la pobreza, se deben sincerar las cifras en Chile para dirigir los esfuerzos en niveles de políticas fiscales o en la misma elaboración del presupuesto 2012.