El proyecto de una “guanoeléctrica” mantiene la preocupación entre los habitantes de la región de Ohiggins. Solamente se conocen cinco plantas de este tipo en el mundo: cuatro de ellas en el Reino Unido y una en Estados Unidos.
La iniciativa pretende quemar más de mil toneladas de guano industrial al día, lo que según varias organizaciones y expertos, pone en grave peligro la agricultura de la zona y la salud de la población. Muchos temas están en juego en Pichidegua, riesgos ambientales, impactos viales y conflicto de intereses.
La empresa Fibroandes presentó una Declaración Ambiental para el proyecto Central termoeléctrica e incineradora Tagua Tagua, que pretende instalarse en el sector Patagua Cerro de la comuna de Pichidegua, a base de quema de guano industrial.
La población y expertos advirtieron que este paso dado por la empresa es “malicioso”, porque debería tramitarse a través de un Estudio de Impacto Ambiental.
A esto se suma la denuncia hacia la directora del SEA (Servicio de Evaluación Ambiental), Marlene Sepúlveda, que infringió la ley al asumir el cargo público, en circunstancias que ejercía paralelamente el cargo de Jefe de Proyectos de la Consultora Golder Asociados, que es la asesora técnica de Fibroandes.
La presidenta del Comité en Defensa del Medio Ambiente, Gloria Alvarado, advirtió que estas decisiones finalmente obedecen más al mundo político que a los argumentos de expertos, y que “el Seremi de Salud no cuenta con un equipo calificado para evaluar un proyecto de esta naturaleza, en una reunión él admite no tener opinión científica respecto a este tema, entonces uno se pregunta si ellos tienen profesionales, siendo que en Chile la normativa no está clara, entonces no pueden evaluarse proyectos una vez que están ejecutados”.
Gloria Alvarado aclaró que estarán atentos porque el proyecto está en proceso de revisión de la segunda adenda y el SEA debe emitir su informe. Durante las últimas semanas se han desarrollado diversas manifestaciones, pero la última del pasado lunes tomó mayor atención porque se tomaron la Carretera de la Fruta.
Rubén Cerón, alcalde de Pichidegua, alertó que la aprobación de esta iniciativa es una “aberración” porque va a traer graves consecuencias al igual que otros ejemplos en el extranjero. El edil señaló que “esta empresa llegó engañando a la gente, creó una sociedad con capital de 3 millones de pesos, aun cuando la inversión es de 95 millones de dólares. Hay engaños desde el primer minuto, amparados por la autoridad competente, una cantidad de irregularidades de las que se hace oídos sordos”.
Por su parte, Andrei Tchernitchin, toxicólogo y académico de la Universidad de Chile, ha estado colaborando con la comunidad y aclaró las razones que explican la negativa de un importante sector de la población y de expertos.
“Por todos los estudios que se han hecho en el extranjero, se han instalado pocas, se prohibieron y no se permiten en el hemisferio norte. Son las que contaminan por lejos mucho más que carbón u otros combustibles. Emiten partículas cancerígenas y está ubicada en zona agrícola, lo que provocará que su producción sea rechazada, perjudicando a muchas empresas agrícolas en desmedro de la fortuna de unos pocos”.
Han sido numerosos los actores que están solidarizando con la lucha de los vecinos de Pichidegua, entre estos destaca un conjunto de científicos y académicos de gran prestigio, incluidos más de 18 Premios Nacionales, entre otros el biólogo molecular Jorge Allende, el profesor de ciencias atmosféricas Humberto Fuenzalida y el físico Enrique Tirapegui.
