En las distintas marchas y movilizaciones que han ocurrido en el país durante este y el año pasado, se ha dejado ver con fuerza el lema “Asamblea Constituyente ahora” o “Nueva Constitución ya”, lo que ha generado la reacción de la política institucional.
Juan Pablo Letelier, vicepresidente de la Cámara Alta, señaló que este debate responde a que la democracia chilena yace sobre una “olla a presión”, cuya ebullición llevará inevitablemente a una crisis institucional, por lo que organizó el debate “Asamblea Constituyente y nueva Constitución. La experiencia del Ecuador y las posibilidades en Chile”.
El senador valoró el aporte de la intervención del doctor constitucionalista ecuatoriano, Patricio Pazmiño, asegurando que el modelo que siguió este país, luego de la elección del Presidente Rafael Correa, es replicable en cuanto a la doctrina de que el Estado garantice derechos horizontalmente y sin jerarquías.
“En nuestro país la constitución consagra que los derechos de uno son más importantes que los derechos de otros y que hay derechos sociales que están subordinados a derechos patrimoniales. En Ecuador cambiaron ese eje de debate, horizontalizaron los derechos y fueron devueltos a lo que fue la inspiración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos después de la Segunda Guerra Mundial. Ese axioma distinto es el que debemos aprender”, indicó Letelier.
Por otra parte, el jurista Eric Eduardo Palma, destacó la valiosa experiencia de conocer el modelo constitucionalista ecuatoriano, el que se realizó en un clima de “relativa calma” sin caer en hechos de violencia de mayor envergadura.
“Lo más importante es que el movimiento ecuatoriano muestra que es posible avanzar a una nueva constitución en un contexto de relativa calma, en un contexto de democracia de participación, que se puede avanzar hacia un cambio importante en una línea progresista, de las reglas del juego, sociales, políticas, económicas, sin que yo tenga como resultado exilio, detenidos desaparecidos, etc.”, aseguró Palma.
Durante la jornada se recordaron los movimientos ecologistas y estudiantiles del año pasado, lo que sumado a los conflictos regionales de este año y otras reivindicaciones sociales ponen sobre el tapete la necesidad de crear una nueva constitución a través de una Asamblea Constituyente.
Los distintos expositores coincidieron en la falta de participación y vinculación ciudadana en la toma de decisiones, lo que ocurre a causa de las normativas que rigen en la Constitución de 1980.
Ante esto, Pazmiño Freire afirmó que pudo apreciar que hay un avance en Chile respecto a este tema, asegurando que más allá de los conflictos sociales hay un debate político bien estructurado.
“El proceso de debate político en Chile, respecto de la necesidad de un cambio constitucional, está en ebullición. Hay conceptos muy claros de los juristas, de los dirigentes, que hacen prever que aquí va a darse un gran debate político. Por experiencia propia, una asamblea constituyente que sea de plenos poderes es una vía para encontrar un gran acuerdo nacional y fijarse en la ruta de un mejor país, un nuevo futuro, una nueva ruta para las nuevas generaciones”, declaró Freire.
El vicepresidente de la Cámara agregó a esto que la jornada es parte de la socialización del debate que algunos sectores políticos quieren propiciar para exigir una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución, lo que consideró como una instancia paralela para encausar demandas civiles.