Kirchner pronunciará un discurso, al cumplirse los treinta años del inicio de la guerra, en el acto central de reinvindicación de la soberanía argentina sobre el archipiélago de las Malvinas, en un ambiente de tensión diplomática con el Reino Unido.
Ex combatienes de todo el país acudieron a Usuhaia, 3.500 kilómetros al sur de Buenos Aires, para realizar una vigilia en la provincia de Tierra del Fuego, en cuyo territorio Argentina incluye a las Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña desde 1833.
Los veteranos izarán la bandera argentina y entonarán el himno en la Plaza “Islas Malvinas”, donde Kirchner inaugurará el lunes un cenotafio y una llama eterna junto a un muro donde están inscriptos los nombres de los 649 argentinos muertos en la guerra, en la que también perecieron 255 británicos.
El conflicto bélico de 74 días por la posesión de las Malvinas comenzó el 2 de abril y terminó el 14 de junio de 1982 con la rendición argentina, por entonces gobernada por una dictadura militar que se lanzó a la guerra cuando su regimen comenzaba a resquebrajarse.
El 2 de abril, cuando se conmemora el Día del Veterano de Guerra y los Caídos en Malvinas, se realizarán distintos homenajes en todo el país y ceremonias en todos los destacamentos militares.
En Buenos Aires, agrupaciones de izquierda convocaron a una marcha hacia la sede de la embajada británica para “repudiar el colonialismo imperialista” y reclamar “la soberanía irrestricta de la Argentina sobre las Malvinas”, según anunciaron en un comunicado.
También se realizará un acto de veteranos en el cenotafio erigido en un barrio de la capital, donde este domingo se iniciará una vigilia al igual que frente a otros momumentos del país que recuerdan a los caídos en la guerra.
El gobierno argentino ha lanzado una fuerte ofensiva diplomática en torno a su reclamo sobre Malvinas que recibió el respaldo de otros países de la región, como Brasil, Uruguay y Chile, que han impedido el ingreso a sus puertos de barcos con la bandera de Malvinas.
Argentina canaliza todos sus reclamos por la vía diplomática y viene instando en foros internacionales a que Gran Bretaña cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas que piden a ambas partes entablar negociaciones por el diferendo territorial.
La tensión escaló desde 2010, cuando cinco empresas reiniciaron perforaciones en busca de petróleo en la zona de Malvinas.
El gobierno argentino anunció que emprenderá acciones civiles y penales contra las empresas vinculadas a la actividad petrolera en las Malvinas.
A través de la embajada argentina en Londres, Buenos Aires le envió cartas de advertencia a los bancos británicos en lo que se los insta a que “tengan en la memoria la existencia (…) de la disputa sobre soberanía y las consecuencias de una exploración ilegal de hidrocarburos”, según reveló este domingo el diario británico Sunday Telegraph.
Argentina también denunció lo que considera una creciente “militarización” en el Atlántico Sur de parte de Gran Bretaña e instó al Reino Unido a que confirme “la ausencia de armas nucleares” en torno al archipiélago en disputa.