Una completa reforma al mecanismo de financiamiento de la Educación Superior, que incluye la creación de una agencia estatal que administrará créditos y becas, así como la exclusión de la banca del sistema, es la propuesta que anunció el ministro de Educación, Harald Beyer.
“En términos prácticos, significa que los fondos se originan desde el Estado y los bancos dejan de financiar la educación superior, tanto de la educación pública como la educación privada”, aseguró Beyer.
El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Gabriel Boric, reconoció que aunque la propuesta que terminará con el Crédito con Aval del Estado (CAE) es un logro de las movilizaciones estudiantiles del 2011, hay que examinarla en detalle, pues, según dijo, “estamos acostumbrados a la letra chica del Gobierno”.
“Que se saque a la banca privada me parece deseable, pero no fundamental. Acá lo fundamental es cómo se financia a todos los estudiantes. Aquí me siguen hablando de crédito para los nueve primeros deciles. Además de un crédito abierto a todas las instituciones, algunas que lucran y otras de dudosa calidad”, sostuvo Boric, quien además informó que la Confech analizará la propuesta para estudiar en profundidad los puntos negativos y positivos de este proyecto según las demandas del movimiento.
El Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch), a través de su vicepresidente ejecutivo, Juan Manuel Zolezzi, señaló que a pesar de que “las medidas van en la dirección de lo que hemos planteado, no lo hace con el grado de profundidad que hubiésemos deseado”.
“Es lamentable que sean las universidades quienes deban financiar la diferencia”, sostuvo el rector de la Usach en relación al punto que contempla que sean las universidades quienes se hagan cargo de la diferencia entre el arancel referencial que determinará el Gobierno y el arancel real que tengan las carreras.
Asimismo, Zolezzi criticó que no se haya bajado aún más el puntaje de la PSU para acceder a becas, que pasó de 550 a 500 para el primer quintil y de 550 a 525 para el segundo, mientras que el tercero se mantuvo en 550. “Ojalá se hubiese establecido un sistema de becas que se hiciera cargo no sólo de quienes obtienen desde 500 puntos, sino desde los 475 puntos, que es el mínimo de ingreso”, indicó.
En tanto, el vocero de la Federación Mapuche de Estudiantes (Femae), José Ancalao, sostuvo que la salida de la banca privada del sistema era una reforma que se esperaba para el año pasado y que “ahora no se da como una señal política, sino como una forma de bajar el movimiento estudiantil que se viene con fuerza este año”.
“Esperábamos un anuncio con una señal política clara de cómo vamos a avanzar hacia la gratuididad en Chile y no anuncio de cómo vamos a seguir manteniendo el lucro y el endeudamiento en la educación, y seguir alimentando el modelo que es como seguir echándole plata a un saco roto”, dijo el dirigente.
En la misma línea, la vicepresidenta de la FECH, Camila Vallejo, aseguró que la propuesta del Gobierno apunta a revalidar el lucro, ya que al no existir regulación sobre la calidad de las instituciones educacionales, ahora con dineros del Estado se puede financiar directa o indirectamente a universidades, centros de formación técnica o institutos profesionales que lucren.
“Al no eliminar el lucro en el conjunto del sistema educacional, no solo en el financiamiento a través de la banca privada, sino que también el lucro que generan las instituciones privadas con la educación, y proponer un sistema de financiamiento estudiantil, a través de becas y créditos de manera indiferenciada en las instituciones, viene a validar nuevamente el lucro”, indicó Vallejo.