Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio

La SECh y el PC


Lunes 30 de abril 2012 9:41 hrs.


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Cuando ingresé al Partido Comunista de Chile -en los años 70- lo primero que me enseñaron fue que jamás debía dejar de lado el sentido de honradez, de transparencia y de honorabilidad; y, sobre todo, me enseñaron que debía actuar siempre en consecuencia, manteniéndome lejos de las prácticas corruptas y ajenas a la democracia, pues éstas eran inconcebibles con la sociedad que queríamos construir en el futuro. En lo personal, hasta el día de hoy continúo viviendo bajo aquellos preceptos, aplicándolos en la teoría y en la práctica. Es por eso que resulta penoso e irritante observar lo que ha venido sucediendo en la Sociedad de Escritores de Chile (SECh), desde el año 2006 en adelante, al amparo del presidente saliente y militante comunista Reynaldo Lacámara Calaf. Irregularidades administrativas y financieras comprobadas han sido la impronta de su gestión, avaladas por un directorio mayoritariamente de “compañeros”, varios de ellos reelectos en sus cargos en la elección del 28 de abril del presente. Ante las irregularidades, la actitud de los “compañeros” y de la dirección del partido ha sido vergonzosa e irresponsable. No es posible que la dirección partidaria sea más papista que el Papa en estos asuntos y cierre filas ante bribonadas indesmentibles e indefendibles.

La Contraloría General de la República, mediante el oficio Nº 001482 del 25 de enero del 2012, ha ratificado que el presidente de SECh, Reynaldo Lacámara, y su directorio, rindieron el año 2007 recursos entregados por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, para la realización de un encuentro internacional de escritores, con documentos irregulares y hoy nadie sabe el verdadero destino de esos dineros. De hecho la sociedad debe devolver $ 3.570.000 por concepto de la edición de un libro de 1.000 ejemplares que jamás se realizó, pero que sí se rindió como impreso con una factura pecaminosa y, al parecer, con libros publicados sólo como muestra ¿Quiénes asumirán la deuda? Al respecto, el Servicio de Impuestos Internos (SII) ha sido clarísimo. Esto es sólo la punta del iceberg, es cosa de leer el informe de la Comisión Revisora de Cuentas del 2008. Además está el oficio de la Contraloría Nº 001647 del 22 de abril de 2010, donde se demuestra, entre otros asuntos, como pasaron una factura por $565.250 correspondiente a la cena anual de los escritores, como si fuera un gasto del encuentro internacional de escritores realizado dos meses antes. Ese dinero también debe ser devuelto, y las interrogantes son obvias. ¿Dónde están los dineros que se justificaron con documentos maliciosos? ¿A razón de qué se actuó de ese modo? Lo ocurrido es una vergüenza para los comunistas chilenos, que en su inmensa mayoría somos honrados. A tal nivel ha llegado el caradepalismo de las direcciones partidarias que el año 2009 el directorio comunista encabezado por Lacámara ofreció un agasajo al alcalde Cristian Labbé, en la Casa del Escritor, y luego El Siglo dio tribuna a Reynaldo Lacámara para que justificara el cóctel ofrecido al ex DINA. ¿Acaso ser comunista es guardar silencio cómplice y no hacer nada ante situaciones como las que han sucedido en la SECh? Guillermo Teillier debe dar una explicación pública de todo lo sucedido en la Sociedad de Escritores.

Hoy, conocidos los resultados de la elección del nuevo directorio de la Sociedad de Escritores de Chile, eligiendo el Partido Comunista de la SECh y sus aliados la totalidad del directorio, podemos comprobar la pasada de máquina gracias al manejo de la nomenclatura de manera oscura y bajo parámetros de utilitarios.

Lo primero que habría que aclarar respecto a la elección es que votaron 218 socios de los alrededor de 2.000 que están inscritos en la sociedad. Es decir, nada. Además es importante revisar la lista de los 218 votantes y ver cuántos escritores potenciales votaron. Ese es un dato no menor.

En cualquier elección, además de la calidad de los candidatos, hay que considerar la calidad de los electores. Digo esto porque no es lo mismo, por ejemplo, en una elección del sindicato de carpinteros, el voto de un experto carpintero que el de un tipo que no sabe distinguir entre la escofina y el martillo. ¿Qué hace allí un tipo así? Pues bien, en el caso de la SECh sucede algo parecido. La “gran mayoría” de quienes dieron su voto a los directores reelectos se les suele perder el sujeto y el predicado cuando escriben; es decir, no están capacitados a cabalidad para elegir representantes de escritores. Y es lo que sucedió, de otra manera no se entiende que hayan reelecto a personas que encubrieron las anomalías financieras y administrativas ocurridas los últimos seis años. Y lo más grave es la anuncia de la dirección del Partido Comunista para barrer bajo la alfombra aquellas anomalías.

Tengo claro que este artículo se puede prestar para ataques anticomunistas en general (los que rechazo desde ya), pero la verdad hay que decirla y no callarla si queremos construir una sociedad mejor, comenzando por lo que nos corresponde a los comunistas en sindicatos y gremios. Los peores anticomunistas son los comunistas que caen en la depredación, no los que denuncian esa depredación, pues es un deber ético y partidario hacerlo. Al respecto no tengo el menor temor a las amenazas veladas y no veladas de que he sido objeto y tampoco tengo que dar la prueba de la blancura a nadie. Por lo tanto, estoy dispuesto a defender mis afirmaciones aquí y en la quebrá del ají.

Alejandro Lavquén

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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