Con un llamado a modificar el sistema de composición del Comisión Nacional de Acreditación, concluyó la exposición del presidente de este organismo, Iñigo Díaz, ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.
Díaz aseguró que los conflictos de interés al interior de la CNA y de los planteles de educación superior son “la realidad del sistema educacional chileno”.
“Los intereses están absolutamente mezclados en todas las instituciones, no solamente universidades, institutos profesionales, CFT, etcétera, y, por lo tanto, eso es difícil manejarlo. Entonces, ¿cómo incorporar profesores, investigadores, académicos, personas del mundo laboral que conocen el tema, al sistema de aseguramiento de la calidad y a la CNA sin entrar en conflictos de intereses?”, sostuvo.
El directivo dijo que la literatura internacional indica que la neutralidad de las personas no dice relación con su participación o no en instituciones de educación superior, razón por la cual aseguró que los conflictos de interés son decisiones netamente personales.
Aun así insistió en que este tema genera una preocupación especial al interior del consejo y que es una de las muchas reformas que necesita, “con urgencia”, la normativa bajo la cual se rige la CNA.
“La normativa que nos rige, la ley 20.129, hay que cambiarla, lo más urgente posible. Es por eso que estamos de acuerdo en trabajar con una evaluación internacional que va a generar informes, que va a generar una ley a futuro que va a tomar mucho tiempo, y por lo tanto hemos planteado la posibilidad de (tomar) medidas urgentes entre las cuales creo que hay consenso y que podríamos avanzar más rápidamente”, dijo.
En este sentido, la diputada y miembro de la comisión de Educación, Cristina Girardi, sostuvo que “el sistema de acreditación está absolutamente desacreditado”, razón por la cual se mostró partidaria de modificar la legislación, “con urgencia”.
“La primera ley corta es decir ‘no seguimos acreditando’, no seguir dándole más plata a las universidades. Dos, hay que revisar todas las acreditaciones que hemos dado, todas, completas. No podemos decirle hoy día a un alumno ‘mira, ésta yo te garantizo que es de calidad” porque no es verdad, es falso. El Estado chileno le está mintiendo a miles y miles de personas”, enfatizó.
Por su parte, el presidente de la comisión de Educación, Romilio Gutiérrez, calificó los antecedentes recibidos por parte de la CNA como “insuficientes para clarificar cómo está funcionando y qué medidas está tomando para evitar que se produzcan conflictos de interés”.
El legislador dijo que es necesario asumir que hoy día el actual sistema de acreditación, “por palabras de sus propios ejecutivos, no está cumpliendo su rol”, según expresó.
Gutiérrez se mostró dispuesto a conversar con el ministro de Educación, Harald Beyer, para ver la factibilidad de generar un proyecto de ley “corta”, mientras se piensa en otro más de fondo.
“Existe la disposición de parte de los parlamentarios a discutir una ley corta que permita resolver los problemas más urgentes que tiene nuestro sistema de acreditación de tal manera de esperar con tranquilidad una propuesta legal que permita tener un sistema que dé garantías a todos los sectores. Es un tema a debatir, me parece una buena propuesta, y creo que si existe el ambiente de todos los sectores políticos para avanzar en la materia lo podemos abordar”, señaló.
Ello con el objetivo de impedir nuevos casos como el ocurrido con el ex presidente de la CNA, quien es investigado por la Fiscalía de Ñuñoa por lavado de activos en la Universidad del Mar.