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Deuda estudiantil: ¿Nueva subprime?

Columna de opinión por Roberto Meza
Martes 11 de diciembre 2012 9:31 hrs.


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La deuda morosa de los créditos universitarios en Estados Unidos durante el tercer trimestre de 2012 llegó a los US$ 110 mil millones, cifra equivalente al 35% del PIB chileno. De acuerdo a un informe de la FED de Nueva York, el débito de los estudiantes con sus respectivos centros de educación aumentó en US$42 mil millones de dólares el tercer trimestre pasado y se acerca, en total, al millón de millones de dólares (US$ 956 mil millones).En efecto, mientras el débito por plásticos ha bajado 2% desde enero de 2003 a septiembre de 2012, cayendo de US$ 688 mil millones a US$ 674 mil millones, la deuda estudiantil en igual lapso se ha cuadruplicado, pasando de US$241 mil millones a los citados US$ 956 mil millones en septiembre, aumentando 297% en el período, un promedio del 16,4% anual.Las cifras, que podrían ser evaluadas positivamente pues incrementos en el gasto/inversión en educación presuponen mejoras en la productividad-eficiencia y expectativas de quienes se educan -aun cuando sea a costa de un esfuerzo familiar de proporciones- tienen su lado obscuro: la mora de esta deuda llega al 11% y cerca del 40% de los egresados universitarios que tienen empleo, trabajan en tareas que no le exigen ningún grado académico. Como un deja vú chilensis, ingenieros, arquitectos o abogados manejan un taxi o atienden restaurantes, percibiendo sueldos de supervivencia que les hacen difícil pagar la deuda contraída por una carrera que no están ejerciendo.

Un artículo de la cadena de noticias económicas, CNBC, dice que 70% de los graduados norteamericanos tiene una deuda vinculada a sus estudios y estima que, en promedio, aquellos ingresan al mundo del trabajo con una mochila personal con la banca de US$ 26.600 (unos $12,6 millones), similar a lo que ocurre en Chile.

De acuerdo a los datos de la FED neoyorkina, la proporción de saldos de créditos universitarios en mora implica que de los US$ 956 mil millones de deuda total estudiantil, US$ 110 mil millones están atrasados, frente a US$90 mil millones del segundo trimestre. La cifra supera la morosidad de deuda en tarjetas de crédito (10,5%) y es muy superior a la de la deuda hipotecaria (5,9%), líneas de crédito (4,9%) y préstamos automotrices (4,3%). Estos números pudieran ser, incluso, peores, pues, según economistas, la FED no considera en sus estadísticas aplazamientos, solicitudes de postergación o acuerdos de reducción de pagos, razón por la que la morosidad real pudiera estar en torno al 20%, guarismo que constituye una nueva amenaza para la estabilidad de la industria financiera norteamericana.

Los recortes presupuestarios del Estado, en un país cuya deuda fiscal supera los US$ 15 millones de millones, agravados por la inminencia de caer en el “abismo fiscal” -que implicaría recortes de gastos públicos y reducción de impuestos por unos US$ 600 mil millones a contar del 31 de diciembre próximo- han impactado en los costos de las matrículas, obligando a las familias a pedir aún mayores préstamos para financiar una educación de costos crecientes y resultados aleatorios.

La burbuja de los préstamos estudiantiles en EE.UU. –buena parte de los cuales pudieran no ser recuperados nunca- se alza como el nuevo fantasma sobre el sistema financiero. Si se considera que el desempleo sigue en 8% y la generación de puestos de trabajo con sueldos acordes a las expectativas profesionales se ha estancado debido a la recesión europea y disminución del crecimiento de China, las perspectivas de un impacto por otros US$ 200 mil millones en préstamos no recuperables auguran una aún más lenta recuperación de la salud económica del mundo.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.