La presidenta brasileña, Dilma Rouseff, suspendió su visita a Chile y viajó de regreso a su país, debido al incendio ocurrido en una discoteca de Santa Marina, en el estado de Río Grande do Sul, en que murieron al menos 245 personas.

La mandataria abandonó la cumbre Celac-UE que se desarrolla en la capital y viajó al lugar de la tragedia.

Según el último reporte informado por la policía, 245 personas fallecieron en la madrugada del domingo en la discoteca Kiss, mientras que 45 quedaron heridas. No obstante, las autoridades señalaron que el número de víctimas fatales podría incrementarse.

El siniestro se inició cerca de las dos de la madrugada y solo pudo ser controlado por bomberos tres horas más tarde. Según la policía de la ciudad, ubicada a 286 kilómetros de Porto Alegre, la mayoría de las personas murió por inhalación de humo, al no lograr salir del recinto.

Aunque no se han establecido las causas del incendio, las primeras indagaciones apuntan a una bengala encendida durante la presentación de una banda.