Las 45 Semanas Musicales de Frutillar comienzan a bajar el telón este martes con lo que será la última jornada de la temporada, que abrirá la agrupación de jóvenes músicos alemanes Jurgen Bläserkreis Mecklenburg Von Pommern en el concierto de mediodía, que se encuentra absolutamente vendido desde hace varios días.
La banda está conformada por integrantes de distintos coros de bronces de la provincia de Mecklenburgo Pommerania y es dirigida por el maestro Martin Huss. Su repertorio abarca desde la música tradicional para metales, música sacra, así como también música latinoamericana.
En esta ocasión interpretarán un variado programa que incluye obras de numerosos artistas, entre los que se cuentan Marc-Antoine Charpentier, James Horner, Chris Woods y Reinhard Gramm, entre otros.
Como ha sido tradicional, el cierre del certamen estará a cargo de la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, este último dirigido por el maestro Juan Pablo Villaroel, en un concierto que también agotó entradas hace varias semanas.
Ambas agrupaciones presentarán un programa dedicado a la ópera que incluye una selección de oberturas y coros como la Obertura de La Fuerza del destino, la Marcha Triunfal y el Coro Final de Aída de Giuseppe Verdi, Che interminabile andirivieni de Don Pascuale de Gaetano Donizetti, la Obertura de El Barbero de Sevilla de Gioachino Rossini, el Coro a boca chiusade Madame Butterfly de Giacomo Puccini y las Danzas Polovetsianas de El Príncipe Igor de Alexander Borodin, entre otros.
Ernesto Ottone, director del Centro de Extensión Artístico y Cultural de la Universidad de Chile, (CEAC), calificó como fundamental para la Orquesta y Coro Sinfónico participar en el evento: “Es parte de la programación de todos los años, el cierre de cada año. Desde hace tres años, con el nuevo Teatro, tiene que ver con una apuesta muy difícil que es escucharse muy bien, contrariamente a nuestro teatro, que no está en las mejores condiciones, entonces es un desafío cada vez más grande que lo que se hace acá tenga un nivel cada vez más exigente”, dijo.
“Eso pone en desafío a los músicos y se preparan para lo de Frutillar. Enero es un mes de laboratorio para poder justamente llegar en las mejores condiciones a Frutillar, que es el último concierto del año para ellos, no es diciembre, es febrero”, concluyó.
