Por cerca de seis horas se extendió la reconstitución de escena realizada desde la tarde del martes por personal del OS-9 y el Laboratorio de Criminalística de Carabineros, en el marco de la investigación por la existencia de una presunta red de corrupción de la Policía de Investigaciones en Pudahuel.

Cabe recordar que diez efectivos de la policía civil se encuentran detenidos por el caso, revelado en octubre del año pasado. Siete de ellos pertenecen a la Brigada de Investigaciones Criminales (Bicrim) de Pudahuel y tres, a la Brigada Móvil Metropolitana.

La diligencia apuntaba a recrear los hechos ocurridos el 21 de marzo de 2012, cuando tres detectives allanaron ilegalmente un domicilio de calle Poética, en la población Los Pinos,  presuntamente con el objetivo de apoderarse de dinero y drogas.

En la ocasión, uno de los efectivos, Fabián Arévalo, fue apuñalado por la traficante Paula Gamboa. Ante esto, los detectives habrían agredido y efectuado apremios ilegítimos a los habitantes de la casa. Más tarde, sin embargo, Paula Gamboa fue dejada en libertad debido a la ilegalidad del operativo.

La reconstitución de escena comenzó cerca de las 19 horas del martes, a cargo del fiscal de la Zona Occidente Eduardo Baeza, con dos testigos explicando cómo se utilizaba una casa de calle Eclipse para almacenar droga.
Luego, el fiscal y el personal policial se trasladaron a la calle Poética para recrear el mencionado allanamiento, que marcó el inicio de las investigaciones.

Más tarde, la reconstitución continuó en dependencias de la Brigada de Investigaciones Criminales de Pudahuel, donde se desempeñaba la mayoría de los detenidos.

Tanto el fiscal como los efectivos policiales se retiraron del sector sin hacer declaraciones, luego de finalizada la reconstitución.

Los antecedentes

Según la investigación liderada por el fiscal Emiliano Arias, de la Fiscalía Metropolitana Occidente, los involucrados falseaban denuncias de tráfico para allanar domicilios y sustraer la droga.

El Ministerio Público comenzó a investigar el hecho de marzo como un homicidio frustrado del detective, pero el fiscal detectó incongruencias en los testimonios de los efectivos de la PDI. Luego de hacer también una serie de intervenciones telefónicas se llegó a la conclusión de que existía una red de corrupción en la institución que operaba en Pudahuel.

Los involucrados son los subcomisarios Godfrey Gamboa, José Márquez y Claudio Quezada; los detectives Bruno Medina, Juvenal Pérez y Fabián Arévalo; el inspector Kurt Borckber; los subinspectores Daniel Urrutia y Raúl Álvarez; y el asistente Sebastián Álvarez.

Todos fueron formalizados por una serie de delitos, entre los que se encuentran allanamientos y detenciones ilegales, apremios ilegítimos, faltar maliciosamente a la verdad, omitir denuncias e ilícitos incluidos en la Ley de Drogas.