Las relaciones con el sector privado le juegan otra mala pasada al Gobierno

La administración de Sebastián Piñera tuvo que enfrentar una nueva baja en sus filas: la renuncia de la subsecretaria María Eugenia de la Fuente para asumir un cargo en un banco. La oposición y analistas coinciden en que las renuncias se deben a "la certeza de que no van a seguir gobernando" y a las constantes dificultades para constituir equipos de trabajo.

La administración de Sebastián Piñera tuvo que enfrentar una nueva baja en sus filas: la renuncia de la subsecretaria María Eugenia de la Fuente para asumir un cargo en un banco. La oposición y analistas coinciden en que las renuncias se deben a "la certeza de que no van a seguir gobernando" y a las constantes dificultades para constituir equipos de trabajo.

Este jueves se conoció la renuncia de la subsecretaria General de Gobierno, María Eugenia de la Fuente, a sólo un día de que asumiese como ministra vocera subrogante.

La ex subsecretaria asumirá un alto cargo gerencial en una entidad bancaria que no fue revelada y la decisión se habría comunicado hace casi un mes al Presidente Sebastián Piñera.

María Eugenia De la Fuente señaló que “me voy al mundo privado, siento que el desafío que me pidió el Presidente cumplió una etapa y a veces hay que empezar a pensar en las cosas que vienen para adelante. A eso es lo que me voy a abocar ahora”.

Asimismo, se dio a conocer que el ahora ex jefe de la Secretaría General de Comunicaciones (Secom), Mauricio Lob, asumirá como subsecretario General de Gobierno.

La partida de la subsecretaria se suma a otra salida ocurrida hace pocos días, la de Matías Claro, secretario ejecutivo de Aldeas y Campamentos, a sólo dos semanas de conmemorarse un nuevo aniversario del terremoto.

Sin embargo, la vocera de La Moneda, Cecilia Pérez, descartó que esto sea parte de un éxodo de funcionarios durante el último año de la gestión del mandatario.

Aun así, para el diputado socialista Carlos Montes, estas renuncias no le hacen bien al Estado: “Se da una tendencia de estar buscando mejores perspectivas en este período, en que le queda poco tiempo al Gobierno y tienen la certeza de que la derecha no va a seguir gobernando. Es un tema que tiene que ver con la vocación de servicio público y de seguir hasta el final con el Gobierno. Que se vayan retirando distintas personas afecta la gestión del Estado y eso no es bueno. Es otra visión de lo que es la función pública”, afirmó.

En tanto, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Francisca Quiroga, recordó que este Gobierno se ha caracterizado por la tecnocracia y la búsqueda de gerentes para incorporar al mundo público, pero que en el camino se han encontrado con muchas dificultades, ya que sus lógicas vienen del mundo privado.

“Lo primero es la dimensión ideológica: la centroderecha y el Gobierno, en todos sus discursos sobre lo público, siempre han querido un Estado pequeño y su mirada sobre lo público es de desconfianza. Ideológicamente siempre han sentido que lo privado tiene lógicas más reconocibles y fáciles para ellos, lo priorizan por sobre lo público”, explicó.

“Ahora, cuando eres Gobierno y quieres instalar un ejercicio político y una ideología que está detrás, uno esperaría que esos partidos de derecha hayan preparado a sus equipos para ejercer el Gobierno. Ahí nos dimos cuenta que ha sido muy difícil constituir equipos de trabajo en el Gobierno de Piñera”, agregó.

Otra consecuencia de esto, sostuvo la académica, son los numerosos casos de conflicto de interés, por lo que subrayó que lo mínimo en la democracia es que las personas que se seleccionan cumplan con declarar sus intereses y no elegir a quienes tengan propiedades o vínculos con el sector privado.





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