El canciller brasileño Osvaldo Aranha llega en carroza al palacio de La Moneda. Luego observa un desfile militar desde el balcón de la embajada de Brasil en la Alameda. Más tarde se le ve en un “match” de fútbol en el estadio Nacional, donde se enfrentan la Universidad de Chile y la Universidad Católica y los estudiantes iluminan el lugar con fuegos artificiales. También pasa por los lujosos salones del Hotel Carrera y por el Club Hípico.
Es noviembre de 1941, ha muerto el presidente Pedro Aguirre Cerda y la visita del encargado de Relaciones Exteriores de Getulio Vargas queda registrada en la cámara de Armando Rojas Castro, el director del Instituto de Cinematografía Educativa de la Universidad de Chile, el primer archivo fílmico establecido en el país.
Esas imágenes se convirtieron luego en El canciller Aranha en Chile (1941), una de las 50 películas, documentales y archivos audiovisuales que forman parte de las cinco colecciones de la Cineteca Virtual de la Universidad de Chile, que en julio cumplirá un año de existencia.
Se trata de un sitio en que se puede acceder a filmaciones como Manuel Rodríguez (1910), la primera película de ficción rodada en Chile, o Venceremos, documental de Pedro Chaskel y Héctor Ríos que contiene las únicas imágenes existentes de las celebraciones por el triunfo de Salvador Allende en 1970.
La Cineteca de la Universidad de Chile fue fundada en 1961 y cerrada luego del golpe militar de 1973. Con el retorno a la democracia, sin embargo, no volvió a funcionar y sus archivos recién fueron puestos a disposición del público el año pasado con la creación de la Cineteca Virtual.
Su director, Luis Horta, explicó que “no encontramos una mejor manera que actualizar y generar un discurso contemporáneo sobre los archivos que crear este proyecto, que tiene como objetivo resarcir la pérdida de los archivos fílmicos, pero también el conocimiento sobre nuestra memoria audiovisual”.
El cineasta e investigador indicó que el fin de la iniciativa es “colocar en internet películas de corte patrimonial para que puedan ser vistas por cualquier persona, independiente del lugar en que se encuentren, pero también para que puedan ser utilizadas con fines educativos y pedagógicos, que es lo que más nos importa”.
Además de la gran cantidad de archivos, la Cineteca Virtual reúne una serie de realizaciones hechas en los últimos años en formato digital.
Al respecto, Horta señaló que “para nosotros es un elemento importante la mezcla de archivo, memoria y nuevos medios. En este sitio conviven películas de 1910 con películas digitales, porque para nosotros toda pieza audiovisual forma parte del patrimonio y es parte de nuestra memoria fílmica, pero nadie se estaba preocupando por resguardar el cine digital. Lo más probable es que en 40 u 80 años más, estas películas no existan y nos surge la inquietud para legar, a nuevas generaciones, la existencia del patrimonio fílmico que hoy se está produciendo”.
La Cineteca Virtual de la Universidad de Chile celebrará un año de vida en julio con una serie de actividades y la publicación de otros archivos, como El Charles Bronson chileno (1976-1984), de Carlos Flores.