Su segunda semana de presentaciones desarrolla este fin de semana Ánimas de día claro, el clásico del teatro chileno escrito por Alejandro Sieveking, que fue reestrenado por el Teatro Nacional Chileno bajo la dirección de Nelson Brodt.
El montaje está ambientado en una antigua casona cercana a Talagante, por la que deambulan los espíritus de cinco hermanas que fallecieron y fueron sus antiguas ocupantes. Sus almas permanecen en la tierra retenidas por un deseo que no han podido realizar y una de ellas se enamora de un joven que llega al lugar.
Ánimas de día claro fue escrita en 1959 por Alejandro Sieveking, quien pensaba especialmente en un papel construido para su mujer, Bélgica Castro. Dos años más tarde fue llevada a escena por primera vez en la sala Camilo Henríquez del Teatro de la Universidad Católica, con la dirección de un Víctor Jara que, de este modo, egresaba de la carrera de Dirección Teatral.
Tal fue su éxito, que al año siguiente la obra formó parte de la temporada oficial del Teatro Antonio Varas y llegó a permanecer por siete años seguidos en la cartelera del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile.
Ahora, el montaje vuelve a la sala de calle Morandé 25 con un elenco que integran Carmen Disa Gutiérrez, Yani Núñez, Mónica Carrasco y Óscar Zimmermann, entre otros.
Su director, Nelson Brodt, dijo a Radio Universidad de Chile que “es la obra más bonita que se ha escrito en Chile” y recupera una forma de ser del pueblo chileno, especialmente del mundo rural, que se ha perdido en la actualidad: “Hemos perdido una cierta bonhomía que tenía el pueblo de Chile, una cierta amabilidad, sobre todo en el mundo rural, que siempre fue muy abierto y receptivo de las personas que llegaban. Siempre aparecía una fruta o un vaso de agua. Esas cosas han ido desapareciendo, no por la gente del mundo rural y tampoco podría decir exactamente que por la gente de la ciudad, pero es un mundo que ha cambiado, que se ha hecho más irrespetuoso, incluso violento. La obra nos muestra una realidad que hoy está llena de ternura y encanto y de alguna forma nos reencuentra con nuestro ser natural, como chilenos”, aseguró en el programa Radiópolis.
Por su parte, la actriz Yani Núñez destacó que, pese a ser una historia situada en el campo y hace largo tiempo atrás, continúa teniendo elementos que se vinculan con lo contemporáneo y el presente del público que asiste a verla: “Es grato ver una obra que recibes y empiezas a disfrutarla con tus historias, con tus emociones y lo que ves. Y al mismo tiempo, es fresca, nueva, contemporánea, inteligente y sensible. En una obra que conocemos tanto, de cuyo estreno han pasado 50 años, nuevamente están ahí los contenidos frescos que son presentes y contemporáneos para toda la gente”, dijo al programa El Tiempo Recobrado.
Ánimas de día claro se puede ver de jueves a sábado a las 20 horas en la sala Antonio Varas, ubicada en calle Morandé 25. Las entradas tienen un valor de seis mil pesos para público general y tres mil para estudiantes y personas de la tercera edad.
Más información en el sitio oficial del Teatro Nacional Chileno.