Estimado director:
Si hay un reproche que nadie puede hacerle a Allende es de no haber cumplido como Presidente el programa que habìa presentado como candidato. Todas las medidas que habìan sido propuestas en el programa de la Unidad Popular para las elecciones de 1970 comenzaron a ser cumplidas rigurosamente en cuanto el candidato puso un pie en la Moneda. Asi todas las grandes nacionalizaciones ( cobre, hierro, bancos, empresas estratégicas) y las disposiciones destinadas a mejorar la situación econòmica de los asalariados , fueron ejecutadas desde los primeros meses del gobierno de Allende, de tal manera que nunca hubo dudas sobre la voluntad y la coherencia de su acciòn.
Este hecho merece ser subrayado en un paìs como el nuestro en que la población, sobre todo la màs modesta, se ha acostumbrado a que los candidatos jueguen con sus ilusiones de una mejor vida pues desde que obtienen el ansiado poder los representantes elegidos no vacilan en olvidar lo prometido y , muchas veces , en hacer todo lo contrario.
Sin embargo, a pesar de lo señalado, Allende nunca logrò concitar el apoyo de la mayorìa del electorado, lo que significa que unas importantes capas populares, que eran beneficiadas directamente por las medidas que se tomaban, le volvieron la espalda y se incrustaron en el frente de oposición que tan eficazmente contribuyò a preparar el golpe de Estado.
Esta situación contrasta con la vivida en Venezuela, Bolivia y Ecuador , unas naciones que son gobernadas hoy en dìa por una nueva generaciòn de lìderes populares de América del Sur que han logrado movilizar , en torno a un profundo proceso de reformas, unos multitudinarios contingentes de trabajadores y de pobres del campo y de la ciudad quienes en cada elecciòn han consagrado su apoyo a Chàvez, Evo y Correa , con un voto aplastantemente mayoritario.
Las flaquezas del movimiento popular chilena de los años 70 aparecen asi en toda su tràgica realidad y no fue la entelequia polìtica grotesca de la Concertación que podìa contribuir al robustecimiento de un verdadero progresismo en Chile. Muy por el contrario, la acciòn de la Concertación ha contribuido sin lugar a dudar a agravar el retroceso en la conciencia de clase de los chilenos desprotegidos y ciertamente los ha confundido hasta un punto que era difícil imaginar, como lo prueba la elecciòn de un Presidente de derecha con mayorìa absoluta en 2010.
En todo caso, la incapacidad que ha mostrado nuestro pueblo en el pasado, y que muestra hoy en dìa, para reconocer donde estàn sus intereses revela también las profundas insuficiencias de su educación polìtica e incluso simplemente de su educación . La pasividad, la inmersiòn en el consumismo , la indiferencia pueden llevar asì a las capas populares a unas derivas que se han presentado ya muchas veces en la historia: constituciòn de un vasto lumpen caldo de cultivo de las aventuras polìticas màs reaccionarias y a menudo fascistas . En esta carrera hacia la barbarie nuestra obligaciòn es pues de redoblar las acciones que contribuyan a abrir los ojos de nuestros connacional.
José Cañas C.
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