El cumpleaños número 70 de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile estuvo marcado por el cuestionamiento al actual panorama de competencia entre el sector público, representado por el Fondo Nacional de Salud (FONASA), y el sector privado, al que pertenecen las empresas llamadas Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE).
Se expone que en la práctica se mantiene a un sistema de salud pública más débil para que así la gente tienda a trasladarse al sector privado en cuanto tenga dinero para tal efecto, lo que funciona como un círculo vicioso.
Este es un tema cardinal para el director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Óscar Arteaga, quien aduce que el país debe superar esta estructura del sistema de salud “el desafío es construir un sistema que sea para todos y donde todos puedan acceder independiente de la capacidad de ingreso que tengan”, afirmó el facultativo.
Una de las razones aducidas por el doctor Óscar Arteaga es la desigualdad territorial en el acceso a salud. Considerando la mortalidad infantil, por ejemplo, comunas como Purén con 28 por mil nacidos vivos, Perquenco con 34,5 por mil nacidos vivos (ambas de la región de la Araucanía), o la comuna de Sagrada Familia (en la región del Maule) con 22,5 por mil nacidos vivos, tienen aún tasas de mortalidad infantil equivalentes a las que en promedio Chile tenía en la década de los años 80.
A mayor abundamiento, siendo Chile el país con mejor esperanza de vida de América Latina, comunas como Guaitecas o Palena en el sur o Camiña en el norte, tienen cifras equivalentes a las que el país tenía como promedio en los años 70, expuso el doctor Arteaga “hay diferencias entre las comunas del área oriente y las del sur o del extremo norte del país, donde la mortalidad infantil puede ser 8 o 10 veces más alta. Pasa lo mismo si uno analiza los recursos que disponen los distintos territorios”, agregó el doctor Arteaga.
Otro dato sobre la desigualdad sanitaria: Al comparar a la población que tiene menos de 8 años de escolaridad con aquellos que tienen más de 12 años, la hipertensión arterial tiene una prevalencia que es 3 veces más alta entre quienes tienen menor escolaridad; para la diabetes esta diferencia es de 3,3 veces y para discapacidad es de 4,5 veces.
Pese a las reformas realizadas a la salud pública y privada por los distintos gobiernos, la Encuesta Nacional de Derechos, aplicada anualmente por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, sitúa históricamente a los hospitales públicos y a los consultorios de salud municipal como los peor evaluados por la ciudadanía, entre los 340 organismos públicos que componen a la administración del Gobierno.