Los brasileños piden inversiones sociales en lugar de fútbol

Las protestas que tuvieron lugar este 17 de junio en varias ciudades, sobre todo en Rio, recuerdan las de 1992 contra la corrupción del gobierno del ex presidente Collor de Mello. Unas 200.000 personas protestaron en Brasil contra los gastos del Mundial 2014 y exigieron mayores inversiones sociales.
  • RFI
  • 18-06-2013

Las protestas que tuvieron lugar este 17 de junio en varias ciudades, sobre todo en Rio, recuerdan las de 1992 contra la corrupción del gobierno del ex presidente Collor de Mello. Unas 200.000 personas protestaron en Brasil contra los gastos del Mundial 2014 y exigieron mayores inversiones sociales.

Escenas de caos, tiroteos y enfrentamientos con la policía tuvieron lugar este lunes en ocho ciudades brasileñas, particularmente en Rio, donde marcharon unas 100.000 personas según la policía. Un pequeño grupo de manifestantes intentó invadir la Asamblea Legislativa, en el centro de la ciudad. Allí lanzaron cócteles molotov, fuegos artificiales y piedras contra policías militares

Las protestas son las más importantes en 21 años en Brasil desde las que denunciaron la corrupción del gobierno del ex presidente Fernando Collor de Mello. En las protestas de este lunes también se rechazaron los casos de corrupción de algunos políticos pero se pidieron sobre todo mayores inversiones en salud y educación. También se denunció el alza del precio del transporte, los gastos para la Copa Confederaciones y el Mundial de futbol 2014, los Juegos Olímpicos 2016.

Las manifestaciones en todo el país fueron convocadas en las redes sociales y carecen de liderazgo político o social definido pero es evidente que traducen un enorme descontento social que se manifiesta en muchos casos de manera violenta. La presidente brasileña, Dilma Roussef, tuvo sin embargo este curioso comentario en su blog: “Las manifestaciones pacíficas son legítimas y propias de la democracia”.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de clase media, han denunciado la represión policial, especialmente el jueves pasado en Sao Paulo, donde hubo más
de 230 detenidos y un centenar de heridos. Las protestas ocurren en un momento de magro crecimiento económico en Brasil y una inflación en alza. Recientes encuestas señalaron por primera vez una caída en la aprobación del gobierno de Rousseff, sobre todo entre los más jóvenes y más ricos.





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