La "Misa Solemne" de Beethoven vuelve a sonar a través de la Sinfónica

La Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, dirigidos por el español Álvaro Albiach, abordan “la mejor lograda" de las creaciones del compositor alemán este viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile.

La Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, dirigidos por el español Álvaro Albiach, abordan “la mejor lograda" de las creaciones del compositor alemán este viernes y sábado en el Teatro Universidad de Chile.

Obra cumbre de Beethoven, la Misa Solemne op. 123 forma parte de aquellas piezas que perteneciendo a épocas pasadas poseen magia para el auditorio de nuestros días. Su amplitud orquestal, vocal y coral hace que su interpretación no sea habitual y que constituya siempre un enorme desafío para sus ejecutantes.

Esta vez, el público tendrá la oportunidad de escucharla en una nueva versión a cargo de la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico dirigido por Juan Pablo Villarroel, además de la soprano Claudia Pereira, la mezzosoprano Evelyn Ramírez, el tenor Gonzalo Tomckowiack y el barítono Arturo Jiménez. Todos actuarán bajo la dirección general del español Álvaro Albiach, actual director de la Orquesta de Extremadura.

Beethoven quiso componer en 1818 una gran misa para la entronización de su alumno, el archiduque Rudolf, como arzobispo de Olmütz. No obstante, la obra tomó dimensiones tan gigantescas que sólo fue terminada en 1822, cuando ya había pasado el motivo de su composición.

Beethoven fue componiendo por etapas durante los cuatro años que demoró en hacerla y así se fueron sucediendo uno a uno el Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei.

Juan Pablo Villarroel ha trabajado la obra intensamente con los integrantes del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, para quienes, afirma el director, esta obra representa “una gran dificultad técnica, por la extensión de la tesitura de cada cuerda, muy aguda, muy larga y extenuante coralmente. Es un trabajo muy exigente desde el punto de vista corporal e intelectual, pero también es un desafío interesante y motivador porque se trata de una bella obra”.

Considerada por el propio Beethoven como “la más grande y mejor lograda de sus obras”, Álvaro Albiach encuentra lógica en esta apreciación: “Es bien conocida la dificultad que suponía a Beethoven componer para voz con acompañamiento de orquesta y el enorme esfuerzo que le supuso la composición de la ópera Fidelio, de la que nunca estuvo satisfecho. La Misa Solemnis es la obra coral más rotunda de Beethoven, sin duda su mejor misa. Posiblemente la valoró en forma especial, ya que en la época de su creación, la composición coral era el aspecto más importante en la obra de un compositor”, explica.

Más avanzado el siglo XIX, algunos autores pretendieron cuestionar la autenticidad del sentimiento religioso de esta creación, no obstante Beethoven compuso remarcando el texto de la misa con su música, difícil y compleja, pero con un mensaje comprensible para todos.  La escribió en una época de gran dificultad a consecuencia de su sordera. La Misa Solemne refleja el sentimiento profundo de un hombre que muestra su dolor, pero a la vez confianza en el hombre y en Dios.

Entradas entre $5.000 y  $12.000. Estudiantes desde $1.500 en boleterías del Teatro Universidad de Chile, Plaza Italia, Metro Baquedano. Venta online en ticketek.cl





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