Como un reconocimiento de la justicia de sus demandas calificaron comunidades indígenas el informe del comité contra el racismo de la ONU, que llamó a Chile a acelerar el proceso de restitución de sus tierras ancestrales.
El lonko Juan Catrillanca dijo a Radio Universidad de Chile que desde 1825 que el Estado chileno no ha respetado los tratados que se establecieron con las autoridades de este pueblo originario.
Iván Carilao, consejero indígena de la CONADI, coincidió con este planteamiento del lonko Catrillanca y agregó que es importantísimo que organismos internacionales den validez jurídica a sus demandas.
“Esto está demostrando que se ha construido bajo ciertos cánones que no han sido los jurídicamente establecidos a nivel mundial y esto mismo hoy día está rebotando básicamente en todas las situaciones que han ido manteniendo una línea de pronunciamiento”, expresó.
Luego de la exposición de la delegación oficial de Chile, el comité dijo que le preocupa que representantes indígenas hayan señalado que “las tierras entregadas a cambio de tierras ancestrales, incluso en zonas cercanas, a menudo han resultado improductivas y difíciles de aprovechar”.
Asimismo, insistió en las quejas persistentes de los pueblos indígenas “que siguen afectados por la explotación de los recursos naturales, los vertederos de desechos y la contaminación del agua” en sus territorios ancestrales.
El historiador Martín Correa explicó a nuestra emisora que desde la mal llamada “pacificación de la Araucanía”, la política del Estado chileno fue sustraer las tierras a este pueblo y sólo se reconstruyeron sus espacios durante la reforma agraria, en especial en el Gobierno de Salvador Allende, lo que fue revertido por el golpe militar.
“Cuando viene la ocupación militar en la Araucanía se pasa de tener diez millones de hectáreas a quinientas mil. Durante el proceso de reforma agraria, sobre todo durante el gobierno de Allende, se vuelven a recuperar alrededor de 200 a 300 mil hectáreas, en un proceso que demostraba claramente la voluntad política de enfrentar seriamente el problema de la territorialidad”, describió.
Martín Correa recordó que el Estado ahora sólo plantea restituir títulos de merced, pero no los espacios territoriales, como indican los tratados internacionales, los cuales recomiendan devolverlos hasta las fronteras que recuerde la memoria de estas culturas.