Las búsquedas deben retomar este viernes cerca de la isla de Lampedusa donde al menos 130 inmigrantes murieron la víspera en el naufragio de una embarcación que partió de las costas africanas. Al menos 200 inmigrantes siguen desaparecidos mientras que 150 fueron rescatados. El número total de muertos podría elevarse a tres centenares.

“No tenemos espacio para los vivos ni para los muertos”, declaró la víspera el alcalde de Lampedusa, Giusi Nicolini. “Es un horror, un horror, los cuerpos siguen llegando”, agregó. Entre ellos, hay muchos niños, manifestaron, muy afectados también, los socorristas. Una joven eritrea, que se encontraba entre los cadáveres en un hangar, fue rescatada viva al comprobar un socorrista que aún respiraba.

La embarcación se hundió a unos 550 metros de Lampedusa a causa de un incendio provocado por una mata que los inmigrantes quemaron para pedir socorro pero que desencadenó un incendio. Según las autoridades italianas, la nave zarpó de Libia con 450 a 500 inmigrantes. En la superficie, las operaciones de búsqueda continuaron anoche por si aparecían cuerpos flotando pero “ya no tenemos esperanzas de encontrar sobrevivientes”, declaró a la AFP una miembro de las fuerzas de seguridad.

“Es una vergüenza”, dijo el papa Francisco cuando supo la noticia y pidió esfuerzos para que no se repita la tragedia. Varios barcos cargados de inmigrantes ilegales han desembarcado esta semana en el sur de Italia. Más de 25.000 inmigrantes han desembarcado este año en las costas del sur del país (Sicilia y Calabria), es decir, casi el triple que en todo 2012.