El Senado Universitario ha tomado conocimiento de la negativa del Gobierno a entregar el aval del Estado al crédito contraído por la Universidad de Chile para el financiamiento de las construcciones requeridas por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, sin que posteriormente respondiera a las reiteradas solicitudes para que reconsiderara tal decisión.

La razón esgrimida para esa negativa es que “analizadas las condiciones financieras del crédito informado, estas se consideran no convenientes para otorgar garantía estatal”.

Esto  constituye claramente una excusa inaceptable, dado que las condiciones financieras de los créditos son las que se han podido obtener mediante una licitación pública, procedimiento que necesariamente debe adoptar una institución pública como la Universidad de Chile, sin que le sea lícito entrar en negociaciones directas con los organismos financieros.

Esta situación resulta al Senado Universitario de extraordinaria gravedad, no sólo porque deja sin garantía estatal a un crédito ya aprobado, lo que obliga a la Universidad a recurrir a la hipoteca de sus bienes para garantizar este préstamo impostergable, sino porque constituye una funesta señal respecto a la consideración que se tiene por la educación pública.

Es insólito que  el Estado se niegue a ser aval de su más importante universidad. La única explicación sería que el actual gobierno considera que las universidades del Estado no son responsabilidad del Estado, sino que deben actuar como entidades privadas que realizan actividades y negocios de ese carácter.

El Senado Universitario, que ha asumido entre sus prioridades la defensa de la educación pública, no puede dejar de dar a conocer esta situación a su propia comunidad y a la opinión pública del país, manifestando su profundo rechazo a medidas de este tipo que se proyectan en la dirección contraria a lo que demanda la sociedad chilena para el mejoramiento de la educación.