Se esperaba desde hace meses pero no llegaba, en un principio se informó que sería en julio de este año cuando la Corte Internacional de Justicia de La Haya diera a conocer el fallo por el diferendo marítimo que enfrenta a nuestro país con Perú.
Llegó la fecha señalada y no ocurrió nada, luego se especuló que el fallo sería dado a conocer en septiembre, después de las vacaciones de verano de los magistrados del tribunal, pero tampoco fue así.
Incluso se habló del mes de octubre, pero finalmente será el próximo 27 de enero la fecha que decidió el tribunal internacional para dar conocer este fallo bastante esperado tanto en Chile como en el Perú.
Las razones de este retraso pueden ser varias: sobrecarga laboral de los jueces, diferencias para establecer un fallo e incluso el factor político, tomando en cuenta las elecciones presidenciales y legislativas en nuestro país.
Para el profesor de derecho internacional de la Universidad de Chile y asesor de la defensa chilena en La Haya, Claudio Troncoso, todo esto entra en el terreno de las conjeturas sin ninguna base verídica.
Para el académico “el hecho de que la corte se haya tomado este tiempo puede deberse a múltiples causas, pero son sólo especulaciones y no sería responsable darlas por ciertas”.
“Yo creo que no cabe hacer conjeturas, el hecho que la Corte se haya tomado este tiempo para anunciar que va a dar lectura a su fallo, que completa un año desde los alegatos orales, puede deberse a múltiples causas, como el recargo de trabajo de la Corte u otros elementos, las deliberaciones que hayan tenido al interior los jueces, algunos han especulado que el escenario electoral podría haber influido, pero son sólo especulaciones que yo creo que no son responsables otorgarles veracidad porque no hay ninguna evidencia en ese sentido”, indicó el docente de nuestra universidad.
En el Gobierno reaccionaron con tranquilidad ante esta notificación de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, se refirió al escenario post fallo: “Aquí hay un compromiso de los dos países de cumplimiento de fallo, el fallo es obligatorio para ambos países y ambos son respetuosos del derecho internacional. Una vez que tengamos el fallo, ambos países lo vamos a aplicar”.
Por su parte el Presidente de la República, Sebastián Piñera, recalcó que este juicio se ha tomado como una política de Estado: “Recordemos que la demanda peruana se presentó durante el Gobierno anterior, al cual le tocó presentar la primera defensa chilena y a nosotros continuar con esa defensa, pero ha sido siempre en el contexto de una política de Estado. Nosotros confirmamos a los agentes que fueron designados por el Gobierno anterior y durante este Gobierno hemos consultado, y en varias ocasiones a los ex Presidentes, los ex Cancilleres, el Congreso, porque esta no es la defensa de un Gobierno, sino que es la defensa de todo un país de lo que es su soberanía”.
Esta declaración del Presidente se da en medio de especulaciones respecto del efecto que tendría un fallo adverso al Estado chileno en los niveles de adhesión del mandatario.
En Perú en tanto también esperan con tranquilidad el fallo y ya evalúan el trabajo que se hará después del próximo 27 de enero.
En ese sentido, el foco estará puesto en fortalecer las relaciones entre ambas naciones como sostiene la vicepresidenta del vecino país, Marisol Espinoza.
“Se viene realizando una serie de encuentros que ayude no sólo a entender la sentencia de La Haya, sino que nos ayude a transitar por un camino de Paz, entendimiento y que podamos construir una relación sólida como se ha construido con Ecuador. Tenemos un buen trabajo realizado entre Perú y Chile, se ha mejorado la balanza comercial y esperamos que se siga mejorando en esta línea”, señaló la vicepresidenta peruana.
El litigio entre Perú y Chile por la delimitación marítima se inició en enero de 2008 y la fase oral, con la presentación de los argumentos de ambos países, tuvo lugar en diciembre del 2012.
Lima pide fijar la frontera marítima, que a su juicio aún no está definida, en un tratado de límites; mientras Santiago señala que el tema fue zanjado por los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954.