CUT y CPC vuelven al diálogo para presentar acuerdo a Gobierno de Bachelet

Los dirigentes de la Confederación de la Producción y el Comercio y la Central Unitaria de Trabajadores se mostraron abiertos para seguir explorando caminos de diálogo, ante el escenario político que se abre con la llegada de un nuevo gobierno.

Los dirigentes de la Confederación de la Producción y el Comercio y la Central Unitaria de Trabajadores se mostraron abiertos para seguir explorando caminos de diálogo, ante el escenario político que se abre con la llegada de un nuevo gobierno.

En enero de 2012, el entonces presidente de la CUT, Arturo Martínez, y su par de la CPC, Lorenzo Constans, alcanzaron el llamado Acuerdo de Voluntades, con el que buscaban avanzar de manera consensuada en reformas laborales, las cuales no se concretaron.

Según información de medios de prensa, los actuales titulares de dichas organizaciones, Bárbara Figueroa y Andrés Santa Cruz, llevan adelante conversaciones acerca de capacitación, estabilidad laboral, salario mínimo y negociación colectiva.

Andrés Santa Cruz no quiso referirse a estos acercamientos y solo afirmó que el acuerdo fue un paso relevante que debe continuar: “Sin ninguna duda, el Acuerdo de Voluntades con la CUT es muy importante para nosotros, siempre lo hemos privilegiado. Tenemos muy buenas relaciones, el diálogo sigue abierto y es permanente”, afirmó.

En la CUT, en tanto, destacaron la opción del diálogo, ya que esto puede permitir aunar voces en pro de las reformas laborales profundas que se requieren, más allá de los elementos sobre los cuales se pueda llegar a acuerdo con la CPC.

Nolberto Díaz, vicepresidente de la multisindical, reafirmó lo expresado por Bárbara Figueroa, en cuanto a que para la CUT es prioritario terminar con la actual institucionalidad laboral: “Cada uno va a pelear por lo suyo. Nosotros vamos a pelear por el fin al reemplazo en las huelgas, el fin de los grupos negociadores, por varias cosas. Ellos están de acuerdo en algunas y otras las vamos a pelear igual en el Parlamento. La oposición tiene votos para hacer la reforma laboral y no hay excusa para que no se haga”, subrayó.

Sin embargo, para el economista de la Fundación SOL, Marco Kremerman, si no se termina con la legislación laboral legada por la dictadura, todo acuerdo es insuficiente: “Si es que los acuerdos o conversaciones que están llevando la CUT y la CPC nuevamente van a ser pequeñas modificaciones o no van a ir a fondo en los cambios profundos que sufrió el Código del Trabajo en cuanto a sus derechos colectivos, más bien parecen cambios básicos y cosméticos que no van a la profundidad de lo que debería ocurrir en Chile”, consideró.

El 11 de diciembre fue el último encuentro entre la CPC y la CUT y en las próximas semanas analizarán la factibilidad de llegar a algún acuerdo que permita presentar una eventual propuesta conjunta a la presidenta electa, Michelle Bachelet.





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