Con 30 votos en contra y 2 a favor, el Senado Universitario rechazó la propuesta de leaseback como solución para la deuda de más de 40 mil millones de pesos que arrastra el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, votación contraria a la unánime alcanzada en diciembre pasado en el Consejo Universitario, instancia que reúne a los decanos y decanas de toda la Universidad.
En una masiva audiencia, los senadores, en sus argumentos de votación, hicieron un llamado a la defensa de lo público, oponiéndose así a la enajenación del José Joaquín Aguirre mediante la figura bancaria del leaseback.
Raúl Morales, académico, senador universitario y presidente de la comisión ad-hoc, explicó el rechazo de la medida, proponiéndole a la rectoría revisar nuevas alternativas.
“Al fijar un referente en el Senado respecto de que no es el camino la enajenación de bienes ni la venta de nuestros activos para pagar deudas, consideramos que el camino es otro y en ese sentido le hemos planteado al rector que la Universidad debe buscar los caminos que corresponden en su rol de universidad estatal, en este caso, las garantías para lo que signifiquen inversiones o préstamos para resolver los temas de pasivos, deben ir en lo que históricamente han ido”, explicó.
Una vez finalizada la sesión, el rector de la Universidad, Dr. Víctor Pérez, reconoció la decisión del Senado, respetando la democracia interna de la Universidad. Asimismo indicó que nuevas propuestas se tratarán para encontrar una solución.
“Tal como lo plantee en una carta, también se planteó que el tema vuelva al Consejo Universitario para analizar nuevas alternativas y dentro de esas nuevas alternativas el Senado Universitario ha indicado que la rectoría tome contacto con las nuevas autoridades de Salud y Hacienda, a penas ellas hayan sido nombradas, con el objeto de analizar con ellas la forma como el Estado asume un compromiso mayor con el Hospital Clínico y particular y con la Universidad de Chile en general”, apuntó.
Estudiantes, académicos y funcionarios agrupados en la Coordinadora por la Recuperación del Hospital, celebraron con vítores y pancartas la decisión de los Senadores, advirtiendo que se debe seguir trabajando por conseguir la tan anhelada solución. Así lo indicó Inés Pepper, académica miembro de la agrupación.
“Excelente, qué quiere que le diga. Las cosas cuando uno quiere que ocurran, ocurren, pero para eso hay que hacer un esfuerzo, yo creo que podemos hablar con las autoridades (refiriéndose al nuevo gobierno) y si no entienden, hacer otras manifestaciones hasta que se den cuenta de que las cosas tienen que ser como se dice que son: si la Universidad de Chile se dice que es estatal, tiene que ser financiada por el Estado”, expresó.
Otro de los puntos tocados en el pleno fue la deuda que el mismo Estado tiene con el Hospital, existente por concepto de prestaciones que el JJ Aguirre ha hecho a pacientes Fonasa y de Isapres y que aún no reembolsados a la comunidad. A juicio de todos los actores presentes, esta deuda se debe acordar para su pronta restitución.
Para la Decana de la Facultad de Medicina, Cecilia Sepúlveda, es necesario avanzar pronto en las conversaciones con el próximo gobierno para analizar una propuesta conjunta –Hospital, Facultad y autoridades-, con el fin de retomar un rol más público que el actual.
Además de ello, la decana insistió en la necesidad de debatir con urgencia la entrega de recursos, con el fin de aprobar el proceso de acreditación que en 2014 debe someterse el centro de salud, actividad que costará alrededor de 9 mil millones en implementación y mejoras.
Frente a ello, la máxima autoridad universitaria indicó que no hay riesgo de perder la acreditación, para ello, y siguiendo lo acordado durante esta jornada, las autoridades universitarias buscarán reunirse con el próximo gobierno en tanto estén designados los nombres, para poder avanzar con mayor prontitud.
Entre las acciones que se estarían analizando, por un lado, desde la Coordinadora por la Recuperación del “Jota”, plantean el retorno al modelo existente hasta la década de los ´80, es decir, que el hospital recobre el carácter de público y sea el Estado quien lo financie.
En otra vereda y anteponiéndose a la dificultad que pueda existir en un completo financiamiento estatal, “la existencia de un fondo fiduciario, donde el hospital disponga de recursos cada vez que el Estado le envié un paciente y, posteriormente, cuando el Estado a través del ministerio de Salud le pague la factura correspondiente, ahí el hospital repone el fondo fiduciario, así no tendría que venir a pedir fondos a rectoría para atender a los pacientes”, explicó Raúl Morales.