Esperanza Silva es presidenta de ChileActores, organismo al que pertenecen mil 400 artistas de todo el país. “Desde un tiempo a esta parte han proliferado las escuelas, la familia crece con la televisión”, señala la actriz a propósito de un número no menor.
Entrevistada por Juan Pablo Cárdenas, se refiere al veto presidencial presentado en el proyecto de TV Digital, y la evolución que ha tenido el área audiovisual en su relación con los trabajadores.
Mañana se reinicia el debate respecto del proyecto de TV Digital, el Presidente de la República ha presentado un veto que no deja contento a los actores. ¿En qué consiste vuestra posición?
“El veto es abusivo, regresivo, es una manera poco elegante de hacer política en su último período de gobierno. Presentar un veto luego de un requerimiento de inconstitucionalidad presentado por la UDI, rechazado, y ahora aparece un veto que intenta dejar amarrado ciertos temas, no nos parece. El veto tira por la borda un trabajo de cinco años en el Parlamento, donde participó la sociedad civil a través de distintos organismos, una familia audiovisual que se sumó en esta tramitación. Al final la gente dice que no es muy buena, pero la ley está. Conseguimos cosas fundamentales como el respeto a los derechos laborales y de propiedad intelectual. Esto fue transversal en ambas comisiones, porque existen casos emblemáticos de artistas que han dedicado su vida a la televisión, sin que se le reconozca su calidad de trabajador. El actor José Soza, un fallo de la Corte Suprema le otorga condición de trabajador de TVN para que este canal pague sus vacaciones, su situación previsional, etc. Son distintos recursos en la justicia que dan la razón”.
Lo importante es que no son un sindicato y no sólo los motiva la defensa gremial, sino temas como la TV Digital, y otras áreas de la sociedad chilena. ¿Qué actitud hay ante la imposición de contenidos de cultura en el nuevo proyecto de ley?
“Es un absurdo, la ley salió diciendo que se exigía al menos 4 horas de programación cultural, y el veto quiere quitar ‘al menos’ y dejarlo fijo en estas 4 horas. Pero es ridículo, se elimina la existencia de pluralismo en los noticiarios. La gente ve mucha televisión, el quintil más pobre se forma a través de una pantalla y los noticiarios son lamentables. De un noticiario hay mucho relleno, el pastel de choclo, no existe la representación de la problemática nacional, y sin embargo la gente los ve pero el veto quiere sacar la existencia de pluralismo. Lo que huele aquí es dejar una ley amarrada que favorezca a los grandes empresarios. Hablamos de Luksic, de Bethia, de Time Warner, que se harán de este espectro radioeléctrico que es estatal, pero se le entrega durante 20 años de manera gratuita, eso no puede ser un regalo. Lo mínimo que se puede exigir es respetar la condición de los trabajadores.
Siempre ustedes han tenido una posición de conflicto, ¿Ha mejorado la situación?
“Es curioso, pese al fallo de la Corte Suprema, los canales se ponen cada vez más al margen, como si tuvieran más derecho para pisotearnos. Según datos del Mineduc, el sueldo promedio es de 570 mil pesos brutos. Se pinta un panorama de estrellas de Hollywood, pero eso es la realidad de diez personas, y el resto somos mil 400 personas. La parte social es mi leit motiv y por eso estoy a la cabeza, quiero que los actores lleguen a la vejez de manera digna, con la misma dignidad que trabajan día a día.
Las teleseries tienen un amplio impacto, el teatro se desarrolla. ¿Cuál es la evolución?
“Es cierto que hoy se estrenan más películas, la imagen de Chile ha crecido a nivel internacional, se tiene una muy buena imagen de Chile como país creador. Los intérpretes se han destacado, pero eso no se condice con el apoyo estatal que debiera tener la creación. No existen proyectos que hagan perdurar el trabajo creativo, hay una cultura concursable, postulando a fondos públicos. Nosotros tenemos esperanza que esto cambie, que se le dé continuidad a compañías con trayectoria, representación de regiones”.
¿Por qué esperanzas ahora?
“Lo dice mi nombre, siempre veo el vaso medio lleno, pero no hay nada concreto que me haga pensar que esto vaya a cambiar. El Presidente Piñera se llevó el tratado sobre producciones audiovisuales para su casa, firmado en Beijing, que norma una base de propiedad intelectual, firmado por el Canciller, pero el Presidente no lo hace y presenta el veto a la TV Digital”.