Los 21 miembros del Consejo de Monumentos Nacionales se enteraron este domingo, por la prensa, del proyecto de ley que moderniza este organismo, en el marco de la creación del ministerio de Cultura, una nueva secretaría de gobierno que unirá este departamento junto a la Dibam y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

El texto apunta que Monumentos Nacionales traslada sus funciones a la Dirección de Patrimonio Cultural, y contempla la eliminación de los colegios profesionales en la toma de decisiones, dejando sólo a los representantes de los ministerios en esta función.

Entrevistada por Vivian Lavín en el segmento “La cultura es noticia”, María Paz Valenzuela, representante de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile ante el Consejo, señala que la medida convierte esta entidad en un organismo político.

“A juicio de todos, la sorpresa de la nueva ley es que elimina la participación de la sociedad civil organizada en el Consejo de Monumentos. Lo convierte en un organismo político más que técnico. Hay temas que es eficiente tomar decisiones en una figura única, pero hay temas de patrimonio que no tienen una mirada única. Son de todos, no hoy, sino a futuro, por eso es colegiado, por eso es múltiple. Pensar que es ineficiente porque son veinte personas, es no saber de patrimonio”, indicó.

Una visión similar tiene Eugenio Vial, representante del Colegio de Arquitectos de Chile, quien destaca que la composición de Monumentos Nacionales tiene una estructura ejemplar en las reparticiones públicas, por lo que pierde su naturaleza al suprimir consejeros colegiados.

El arquitecto indicó que “fue anticipatoria la composición del Consejo respecto del accionar del Estado, una institución democrática, amplia y diversa, que actúa de forma colegiada. Cambiar eso es fundamental, si se cambia la composición, sólo integrado por gente de Gobierno, es un tema político, sin capacidad de respuesta ante los intereses del gobierno de turno”.

Por contraparte, Juan Carlos Silva, Coordinador Legislativo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, señala que el proyecto está en estudio y la prioridad es la creación del ministerio. No obstante, apunta que el contenido del documento es susceptible de discusión al ser presentado.

“Hay que ver como el proyecto se enriquece en su tramitación. Tienen que existir argumentos técnicos respecto agilidad y eficiencia que lo justifiquen. Si no se justifica, debiera ser resuelto en una eventual tramitación. Este proyecto se anunció pero aún no ingresa, el Ejecutivo está abocado en la creación del ministerio. Si se complementa con leyes sectoriales como Monumentos Nacionales, es bienvenido”, indicó Silva.

Bárbara Negrón, directora del Observatorio de Políticas Culturales, señala que la apuesta de un Consejo enriquece la institucionalidad, por lo que se contrapone este propósito al restar a representantes ciudadanos: “Hasta ahora la apuesta por un CNCA es muy interesante de incluir la participación de la ciudadana en la toma de decisiones. Lo peor que podría pasar es contraponer la necesidad de eficacia y participación. La idea es mantener la actividad de la sociedad civil y, es más, que se refuerce”.

Otros cambios que son mirados con recelo en el Consejo es la eliminación del Consejo de Defensa del Estado como órgano asesor en lo legal de Monumentos Nacionales. Los consejeros apuntan a una debilitación de la protección del patrimonio, un área pendiente en políticas culturales.