En La Habana se sigue desarrollando la segunda cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que asistirán Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, junto al canciller Alfredo Moreno y el entrante Heraldo Muñoz.
En esta segunda versión de la cita, realizada por primera vez hace justo un año en Santiago, son varias las cuestiones en juego y que tienen a Cuba en el centro de la discusión.
Primero, luego de casi 50 años aterriza en La Habana un secretario general de la Organización de Estados Americanos. La presencia de José Miguel Insulza en calidad de observador y además del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, valida al organismo y a Cuba de cara a la próxima Cumbre de las Américas, a desarrollarse en 2015 en Panamá.
Cuba, que fue marginada de la OEA en 1962 por presiones de Estados Unidos, medida anulada en 2009, no ha intentado reestablecer la relación y los países del ALBA ya acordaron que no asistirán a la reunión promovida por la OEA si es que no participa el país caribeño.
Mientras la Celac, la primera organización en la historia del continente en la que participan todos los países, excluyendo a Estados Unidos y Canadá, entusiasma por la posibilidad de construir un modelo más articulado de relaciones en Latinoamérica. Si bien la entidad podría transformarse a largo plazo en la contraparte de la OEA, para la académica Paz Millet, ésta no debe reemplazar al organismo, ya que este cumple funciones valiosas en cuanto a seguridad y democracia.
“LA OEA sigue jugando un rol fundamental en la región, hay que seguir considerándola como un actor clave que puede tener un rol central todavía en materia de resolución de conflictos, de negociación y también en los temas centrales que preocupan a los países, como son narcotráfico y el debate en materia de seguridad”, explica.
La especialista del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile enfatiza que las cartas de la OEA se jugarán el próximo año en Panamá, un desafío importante considerando que en la anterior Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena de Indias no se consolidó una declaración.
Paz Millet plantea que si bien se experimenta una menor presencia de Estados Unidos en la región, no por eso ha disminuido su influencia. También Canadá sigue siendo un actor relevante en el continente.
“En los últimos años hemos podido constatar una menor presencia de Estados Unidos en la región, pero no por eso tiene menor influencia. Lo que de alguna manera busca la Celac es generar una alternativa propia en contraposición a las otras iniciativas que involucran a Estados Unidos, como la Cumbre de las Américas”, relata.
De igual forma lo señala el cientista político y analista internacional, Guillermo Holzmann quien valora la vinculación institucional voluntaria que promueve la OEA, pero ve en la Celac un actor importante como interlocutor ante organismos y potencias mundiales fuera del continente.
“Claramente, la imagen preponderante que tenía Estados Unidos como único interlocutor de América Latina ha ido variando y se ha asociado a otros sectores como India, China, Rusia y otros países, incluso de medio oriente”, opina el analista.
Son alrededor de 30 las mociones que se deben votar en la cumbre de La Habana. Una de ellas es la invitación formal a Puerto Rico para formar parte de la comunidad. Decisión importante que según Holzmann, probablemente terminará con Puerto Rico – Estado Libre Asociado de Estado Unidos – como observador y no como miembro pleno.
El analista internacional valora que la agenda de la Celac apunte a resolver la desigualdad y la pobreza en el Latinoamérica y el Caribe, una apuesta de desarrollo de los países, pero aclara que en alguna parte tiene que haber diálogo con las potencias económicas de Norteamérica.
El ex embajador de Chile en Cuba y hoy consejero regional metropolitano, Jaime Tohá, señala que se abre para Chile la posibilidad de retomar el diálogo regional y aprender la lección de que las relaciones no son sólo económicas. Es relevante “recuperar el sitial del pasado y romper con el aislamiento”, agregó el dirigente político.
“Creo que la presencia de ambos es un nuevo triunfo diplomático para Cuba que demuestra la pertinencia y los resultados que da la constancia de una política exterior permanente y sistemática”, señala Tohá, quien asegura que no hay posibilidades de que Cuba vuelva a integrar la OEA.
Con la consolidación de la Celac se abren nuevas relaciones alejadas de antiguos paradigmas en el marco de distintas propuestas ideológicas dentro del continente, plantean los expertos, nuevas relaciones que poco a poco se aleja de Estados Unidos en el plano político, país que sigue manteniendo influyentes relaciones económicas en América Latina y el Caribe.