En 2011 se registraron 205 víctimas fatales de accidentes de tránsito provocados por el consumo de alcohol, cifra que se redujo a 148 personas en 2012 y que se repitió en 2013, lo que revela una disminución de muertes en 28 por ciento a dos años de la implementación de la ley de tolerancia cero a la conducción por alcohol.
En cuanto a las cifras de accidentes provocados por consumo de alcohol, se observa que el primer año de la implementación hubo una baja del 27 por ciento. Situación similar que ocurre con los lesionados, con un 11 por ciento, mientras que los accidentes de tránsito se presentaron en un ocho por ciento menos respecto de 2011.
Ante esto, Carabineros de Chile ha expresado que han aumentado los procedimientos que les competen, que consideran la prueba respiratoria, alcohotest y el examen de sangre llamado alcoholemia, disminuyendo los lesionados y muertos por accidente de tránsito en general. Ante esto, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, enfatizó que se ha logrado un cambio cultural profundo.
“Por su impacto comunicacional y sobre todo por las penas que tiene a aquellos infractores, pero además por todo el esfuerzo de fiscalización que ha hecho Carabineros, están transformando definitivamente la forma de actuar de los chilenos. Lo más importante de todo es la reducción de la cifra de fallecidos producto de este cambio. Un impacto decisivo es la disminución considerable en la cantidad de personas que, cuando son fiscalizadas, están bajo la influencia del alcohol”, resaltó.
Sin embargo, Errázuriz reconoció que la ley no es muy exigente en la aplicación de penas, por lo que faltan iniciativas que complementen el trabajo. Asimismo, la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), Francisca Yáñez, indicó que es necesario fomentar la prevención para mejorar los resultados y evitar muertes.
“La misión que tenemos ahora todos los conductores chilenos, en conjunto a Carabineros de Chile, es mantener estos resultados. En otros países del mundo donde se han instalado leyes de tolerancia cero, muchos de ellos han tenido efectos rebote al segundo año, lo que no se ha generado en el caso de Chile en cuanto a la reducción de fallecidos. Eso es un punto muy positivo, pero ahora que comienza este tercer año lo importante es mantener estas cifras e incluso mejorarlas”, expresó.
En la misma línea, la secretaria de Conaset exigió “tolerancia cero a excesos de velocidad, ya que cuatro de cada diez accidentes tienen que ver con esto”, en tanto que el Coronel de Carabineros, Víctor Cansino, perteneciente a la prefectura de tránsito y carreteras, argumentó que mientras no existan normas de autocuidado, el riesgo seguirá presente.
Sin embargo, más allá de las medidas que pueda optar un conductor, la ley no contempla penas ni sanciones para evitar que estos actos se sigan cometiendo, ya que sólo dependiendo de los gramos del alcohol por litro, se establece el tiempo de suspensión de licencia, el cual puede variar de tres meses a dos años, además de cancelar o inhabilitar de por vida cuando ocurren lesiones graves o muerte. Al respecto, el diputado Hugo Gutiérrez, impulsor del proyecto Ley Emilia, señaló que no es suficiente promover una ley que genere control, mientras no se asegure “la vida, por la vida”.
“La legislación chilena tiene que ir acompañada con una sanción acorde a la infracción que se cometió”, agregó el parlamentario.
Es pertinente recordar que la Ley Emilia nace producto del fallecimiento de la hija de un matrimonio que viajaba en su vehículo en la comuna de Vitacura en 2013, el cual fue impactado por un conductor que se encontraba ebrio.