El último reporte de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), reveló que 573 mil personas son subcontratadas, equivalentes al 10 por ciento de los asalariados. De éstos, el 91 por ciento está en el sector privado y el 74 por ciento son hombres.

A lo largo del tiempo la cifra de subcontratados ha aumentado llegando en tres años a elevarse en un 17 por ciento.

La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, sostuvo que los datos no alcanzan a reflejar la realidad. A su juicio, muchos empleos tienen falta de posibilidades de organización, bajos sueldos y malas condiciones de seguridad.

“Cuando el gobierno ha hablado de pleno empleo, lo que el gobierno no dice es que detrás de esos empleos lo que hay es precariedad. Gran parte de los trabajadores que hoy perciben incluso menos que el salario mínimo o no llegan más allá de los 250 mil pesos, que sobre el cincuenta por ciento de los trabajadores en este país son trabajadores tercerizados”, dijo la dirigenta.

Para el consejero de la CUT, Jorge González, encargado del área de negociación colectiva y conflicto, los empleos tercerizados no provienen de la pequeña empresa, sino de empresas enganchadoras ocultas que venden servicios de trabajadores y obtienen ganancias  a costa de empleos inestables.

Ejemplo de ello es la industria Forestal, una sola empresa tiene 700 pymes a su servicio, indicó González.

Desde el análisis, el economista Juan Guillermo Espinoza situó el aumento de las subcontrataciones a partir del año 2011. En ese momento aumentaron los trabajadores independientes en el comercio, así como la externalización de servicios, especialmente desde la gran minería, supermercados y construcción.

Precisamente se justifica el 74 por ciento de los hombres del sector privado ubicados en la minería, indicó el experto.

“Que el número de subcontratos haya aumentado particularmente en los últimos dos años es respuesta a que cuando asumió el ministro Longueira, empezó a renegociarse con las multitiendas y con las grandes cadenas de supermercados este problema que también algunos bancos lo empezaron a copiar. El crear varios roles tributarios diferentes con el propósito de no enfrentar a sólo un sindicato”, explicó Espinoza.

De este modo, Espinoza reprochó que el gobierno no haya puesto atajo al multirut, grandes cadenas del retail o cadenas de supermercados, que contratan con diferentes roles tributarios, de manera de poder extender el contrato a lo máximo un año plazo con un mismo sueldo que no es reajustado. Al momento que el trabajador pide mejoras, se opta por el reemplazo.

El economista propuso como alternativa un acuerdo nacional donde se establezca un consejo económico social, en el que participen representantes de los trabajadores y empresarios, más los agentes del Estado, este último sólo en condición de rol arbitral.