“Después de diez meses de esfuerzos y de paciencia” ha nacido “un Gobierno que preserva el interés nacional”, afirmó este sábado el primer ministro de el Líbano, Tammam Salam, tras comunicar la lista de los 24 nuevos ministros.

Hezbolá y sus aliados obtuvieron ocho ministerios, entre ellos el de Relaciones Exteriores, mientras que la coalición de “14 de marzo” de Saad Hariri, que también tendrá ocho carteras, controlará la de Interior.

Los ocho ministros restantes estarán a cargo de figuras independientes cercanas al presidente Michel Sleiman, un político neutro, o al dirigente druso Walid Jumblat, un centrista.

El nuevo Gobierno pone fin a una crisis de casi un año, exacerbada por un conflicto en Siria que divide profundamente al pequeño país mediterráneo.

“Es un gobierno unificador y es la mejor fórmula que permite al Líbano enfrentar los desafíos”, agregó Tamman Salam, designado en abril de 2013 para formar gobierno. Este reparto ministerial impide cualquier alianza para bloquear las decisiones del Gobierno recurriendo al derecho de veto.

La participación en un Gobierno con ministros de Hezbolá es una gran concesión de Hariri, que acusa al movimiento chiíta de estar detrás del asesinato de su padre, Rafic Hariri, en 2005. Hariri hijo aceptó, además, retirar la candidatura de un general, ex jefe de la policía libanesa, al ministerio del Interior debido al veto de Hezbolá.

El movimiento de Michel Aun, aliado de Hezbolá, recibe dos ministerios muy codiciados, el de Relaciones Exteriores y el de Energía.