Tucapel Jiménez Alfaro era presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y militaba en el Partido Radical, hasta que en 1982 fue muerto por miembros de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE).

Sus cercanos reconocen que se trataba de una amenaza para la dictadura y sus lineamientos, por esto, en el aniversario de su muerte se relevó su legado ideológico de justicia social y fortalecimiento de los derechos laborales.

Pero no sólo desde su sector político y social conmemoraron su figura. El movimiento Amplitud hizo llegar una carta a la ceremonia. Desde el Gobierno, en tanto, el ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet asistió a la ceremonia.

“La figura de Tucapel Jiménez es muy importante para los dirigentes sindicales y para el mundo del trabajo. A mí como ministro del Trabajo me pareció importante estar y acompañar a la familia. Soy un admirador de lo que hace su hijo en el Congreso. Creo que más allá de que podamos tener diferencias políticas a veces y de cómo enfrentar los desafíos que tiene el país, compartimos una defensa irrestricta a los Derechos Humanos, una condena a la violencia como fórmula para resolver los conflictos y creo que esa es una base importante para seguir avanzando hacia el futuro”, señaló el ministro.

Michelle Bachelet también hizo llegar una carta. Además, en su representación, estuvo la designada ministra del Trabajo, Javiera Blanco (DC), quien aseguró que el Gobierno de la Nueva Mayoría recoge las demandas por las cuales luchó Jiménez, las que hasta hoy mantiene la ANEF y otros sindicatos.

“En esa agenda nos hemos puesto metas para los primeros 100 días, metas tanto en el ámbito laboral como previsional. En el acto de hoy se ha hablado de los beneficios, de poder presentar una indicación sustitutiva y poder terminar con la práctica del multi rut que sin duda debilita la negociación colectiva y el trabajo de la actividad sindical”, dijo la futura ministra del Trabajo.

La presencia del ministro Jobet no pasó inadvertida. La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, le recordó el conflicto con los trabajadores del Registro Civil, sus consecuencias y el rol que deben asumir los distintos actores: “Cuando el Estado no se pone los pantalones, cuando los gobiernos no asumen que son empleadores también, finalmente los que pagan los costos no son sólo los trabajadores y trabajadoras, es un país entero. Espero que con esa convicción podamos enfrentar los desafíos que vienen, pero insisto, no sólo emplazando no sólo le demando a los presidentes de los partidos y a las futuras autoridades que pongamos todo de nosotros, sino que también es una invitación a nosotros como dirigentes”, afirmó.

El homicidio de Tucapel Jiménez fue aclarado luego de la investigación del actual presidente de la Corte Suprema, entonces ministro en visita, Sergio Muñoz, que asumió el caso en 1999 y en 2002 consiguió condenar a doce personas por el crimen.

Es por esto que el hijo del dirigente, el diputado PPD Tucapel Jiménez Fuentes, dijo que hacen falta gestos, como condenar la demora de 17 años en la investigación sin resultados de Sergio Valenzuela Patiño, y la colaboración de las Fuerzas Armadas: “Cómo no vamos a tener deudas, si todavía seguimos incluso teniendo provocaciones. No solamente se ha denegado justicia y verdad, sino que más encima hemos tenido que soportar homenajes a los asesinos, riéndose del dolor de los familiares de las víctimas. Las Fuerzas Armadas no han cooperado, nunca han estado a la altura. A lo mejor el día en que parta el reencuentro verdadero de este país es cuando aquí este sentado el comandante en jefe del Ejército, que fue el que asesinó a mi padre. No sé cuántos años tendrán que pasar para que esté acá, pero las Fuerzas Armadas siguen negando la colaboración”, expresó Jiménez.

El presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, por su parte, cerró la ceremonia agregando que “el ejemplo, memoria y legado (de Jiménez) perduran en nuestra sociedad gracias a su permanente remembranza de su organización”.