Un estudio realizado por la Universidad de Chile establece que no se puede seguir construyendo viviendas en la precordillera de La Florida y advierte que daños al bosque nativo aumentan el riesgo de aluviones. El alcalde Carter estudia un plan de prevención y mitigación que proteja a los habitantes de la comuna: “No podemos seguir ocultando información a los ciudadanos”.
El estudio geomorfológico dirigido por el académico Francisco Ferrando concluye que el área representa una amenaza sísmica, con alto riesgo de movimiento de masas y con amenazas hídrico-meteorológicas, es decir, si no se realizan acciones concretas se pueden generar aluviones como el de 1993 en que murieron 26 personas.
Ferrando, doctor en Geofísica, explicó que el estudio establece una zonificación con grados de riesgo y recomienda medidas de prevención y resguardos paliativos ante posibles desastres naturales: “Junto con indicar cuáles son las restricciones en términos de subdivisión de la propiedad, se debe definir porcentajes destinados a constructibilidad, además de recomendaciones que apuntan a cierto control sobre algunos procesos naturales”.
El documento entregado al concejo comunal detalla que las piscinas de decantación ubicadas entre Peñalolén y La Florida no mitigan el riesgo, por lo que es necesario generar nuevas medidas de seguridad en la zona, reconoce el alcalde Carter.
“No le podemos seguir ocultando la información a los ciudadanos” indicó la autoridad, quien ya firmó el congelamiento de los permisos de construcción y quien pretende avanzar en un Plan Regulador que prohíba definitivamente la construcción de viviendas.
“No se puede seguir construyendo, hay riesgo sísmico y aluviones, lo cual constituye una responsabilidad para la autoridad seguir autorizando este tipo de permisos. La defensa del Panul nos dice una cosa: la naturaleza siempre sabia nos indica que no podemos seguir trepando los cerros. Hipotecamos no solo la naturaleza, sino también la vida de nuestros ciudadanos”, dijo.
“Podemos vivir acá los que ya estamos, pero no podemos seguir trepando a los cerros”, agregó Carter. Además, destacó que la vegetación nativa de la precordillera, especialmente el bosque Panul, son una barrera eficaz para disminuir el impacto de deslizamientos de tierra, rocas y agua.
“Tenemos que aprender a vivir con el riesgo, ser responsable y no llamar al pánico. Tenemos un plan de contingencia, podemos manejar la situación actual. Lo irresponsable sería recargar de pobladores la precordillera, porque la naturaleza también tiene límites”, indicó el alcalde.
Rodolfo Carter anticipó que hablarán con el Intendente Claudio Orrego, con la Oficina Nacional de Emergencias y con el ministerio de Obras Públicas para trabajar en un plan de gestión de riesgo.